El porcentaje de este grupo de la población va en crecimiento: INEGI.
En México, siete de cada diez personas de más de 60 años que viven solos presentan alguna discapacidad o limitación. Además, el porcentaje de este grupo de la población va en crecimiento, según datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con motivo de la conmemoración del “Día Internacional de las Personas de Edad”.
El organismo informó este lunes que en el país residen 15.4 millones de personas de edad avanzada (sexagenarios o más) de las cuales 1.7 millones viven solas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 1 de octubre como Día Internacional de las Personas de Edad (ONU, 1990).
De acuerdo con los especialistas del propio instituto, en este país las personas que tienen 60 años o más que viven solas son vulnerables, debido a que no cuentan con una red familiar que las apoye en un momento de su vida en el que su salud o sus condiciones económicas pueden ser precarias.
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2018 reporta que el número de personas de 60 años o más que reside en México es de 15.4 millones, cifra que representa el 12.3 por ciento de la población total.
La mayoría de ellos (47.9%) vive en hogares nucleares (formado por un solo núcleo familiar: puede incluir a una pareja con o sin hijos solteros o un jefe o jefa con hijos solteros); casi cuatro de cada diez (39.8%) residen en hogares ampliados (un solo núcleo familiar o más, y otras personas emparentadas con él o ellos) y 11.4% conforman hogares unipersonales, es decir, viven solos.
Uno de los principios fundamentales que establece la ONU a favor de los adultos mayores es que deben disfrutar de los cuidados y la protección familiar (ONU, 1999), pero en el país, 1.7 millones de personas de 60 años o más viven solas.
De éstas, 60 por ciento son mujeres (un millón 48 mil 426) y 40 por ciento son hombres (697 mil 699).
Su estructura por edad indica que 43.1 por ciento tiene entre 60 y 69 años, mientras que más de la tercera parte (36.4%) entre 70 y 79 años.
En edades más avanzadas, su participación porcentual es menor, 17.4% y 3.1% en aquellos que cuentan con 80 a 89 y 90 años o más, respectivamente.
De acuerdo con el Inegi, varios de los problemas de salud que padecen los adultos mayores son atribuibles a la edad; sin embargo, muchos de ellos se deben también a los malos hábitos durante las etapas previas de su vida, que se potencializan por la edad.
Tomar medidas preventivas para modificar esos hábitos y garantizar el acceso a los servicios de salud son acciones individuales y de carácter institucional. Disponer de servicios de salud permite mejorar la calidad de vida de este grupo de la población.
En el país, 85.4 por ciento de las personas de edad que viven solas están afiliadas a una institución que ofrece servicios de salud.
De éstas, 44.1 por ciento pertenecen al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 40 por ciento al Seguro Popular o Seguro Médico Siglo XXI y 14.8 por ciento al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), entre las más importantes.
De las personas de edad que viven solas, la mayoría se atiende cuando tienen un problema de salud (96.8 por ciento).
El IMSS es la principal institución a la que acuden para atenderse (30.7%); una cuarta parte (25.4%) va a los Centros de Salud u hospitales de la Secretaría de Salud y uno de cada cinco (20%) a clínicas o instituciones privadas.
Cabe señalar que, por distintos motivos, la población no siempre acude a la institución a la cual es derechohabiente para atender sus problemas de salud. De hecho, nueve de cada 100 se atienden en el consultorio de una farmacia (9.5 por ciento).
Entre los datos que da a conocer el instituto en esta fecha cabe destacar los relativos a la discapacidad en este grupo de la población.
El deterioro natural del cuerpo y sus funciones por el paso del tiempo genera dificultad para el desempeño de las actividades de la vida diaria y se manifiesta por la pérdida gradual de la independencia física, principalmente.
En el caso de las personas de edad, a consecuencia de enfermedades o por el proceso de envejecimiento, están más expuestas a tener que vivir con alguna discapacidad o limitación que impacte en la realización de algunas actividades consideras básicas (por ejemplo; caminar, ver, escuchar) y, por lo tanto, necesitan algún tipo de ayuda, ya sea de otra persona o de apoyos técnicos para realizarlas.
En el caso de los adultos mayores que viven solos, es muy probable que no cuenten con alguna ayuda inmediata o cercana para realizar sus actividades diarias o en algunos casos, requieran de cuidados específicos.
De acuerdo con la ENADID 2018, 27.1 por ciento de las personas de edad que viven solas tiene discapacidad y 42.3 por ciento alguna limitación para realizar alguna actividad considerada básica (por ejemplo, caminar, subir o bajar usando sus piernas; ver, mover o usar brazos o manos, aprender, recordar o concentrarse; escuchar, bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse y realizar sus actividades diarias por problemas emocionales o mentales).
La relación entre el incremento de la edad y la discapacidad es más que evidente. En el grupo de 60 a 69 años, 18.1 por ciento de los adultos mayores que viven solos tiene discapacidad; entre los que tienen 80 años o más, casi la mitad de ellos (48.2%) son personas con discapacidad.