En el país hay más de dos mil inmuebles dañados por temblores; de ellos, el 10 por ciento con afectaciones muy severas, la mayoría en Morelos.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) todavía no concluye las gestiones ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en ingles), para la obtención de recursos destinados a la restauración de inmuebles declarados como patrimonio cultural de la humanidad que fueron dañados por sismos.

Aida Castilleja González, secretaria ejecutiva del INAH, estuvo este miércoles en Cuernavaca para inaugurar un coloquio anual sobre denominación de bienes como patrimonio de la humanidad, en el que participaron expertos provenientes de varias entidades del país y de diferentes nacionalidades.

En entrevista, la funcionaria federal apuntó que el objetivo de dicho encuentro es el de generar espacios de diálogo e intercambio de experiencias de especialistas e instituciones sobre sitios que han sido declarados patrimonio mundial de la humanidad en sus distintas categorías, ya sean patrimonio intangible, naturales, materiales o mixtos.

Aseguró que los bienes ya declarados patrimonio de la humanidad que resultaron dañados por el temblor no pierden dicha denominación, por el contrario, eso fortalece y acelera su restauración, por ejemplo, la zona arqueológica de Xochicalco.  

Aseguró que desde que ocurrió el sismo en el 2017 iniciaron las gestiones de recursos ante la Unesco: “son procesos muy complejos, y seguimos en ello. Pero eso no quiere decir que no han tenido atención, todos los inmuebles han tenido algún tipo de intervención”.

Comentó que, en el caso de Morelos, se han aplicado recursos del Fondo Nacional de Desastres y de los seguros con los que se contaba, y están a la espera de los apoyos de la Unesco. Dejó en claro que no habrá demoliciones y todos los inmuebles van a ser restaurados.

La secretaria técnica dejó en claro que no hay plazos específicos, porque la mayoría de los inmuebles que tuvieron daños graves están concentrados en Morelos y requieren de muchos estudios, de mecánica de suelos entre otros, como el propio Palacio de Cortés de Cuernavaca.  
Mencionó que no sólo se trata de reconstruir estructuras y que queden seguras, fortalecidas, sino que en estos casos se tiene que restaurar, lo que supone la definición de criterios de expertos, lo cual requiere de mucho análisis: “por ejemplo bóvedas, naves.  Los criterios en términos de restauración no son sólo de arquitectos, sino de especialistas; no sólo resultó dañado en estructuras, también hay lo que nosotros llamamos patrimonio mueble asociado a inmueble, como los son metros y metros de murales y retablos”.

Estimó que, de alrededor de dos mil 400 inmuebles dañados, han concluido 900, pero los que faltan son los más afectados, que representan alrededor del 10 por ciento, que requieren de mucho mayor presupuesto y estudios, así como la labor de expertos.

Dijo que es comprensible que haya presión por parte de comunidades, de la Iglesia, y en general de la población, pero reiteró que el reto será sensibilizar sobre la importancia de la restauración e insistió en que no hay ninguno de los bienes que no haya sido intervenido.

Finalmente, la representante del INAH indicó que en breve se darán a conocer los detalles de un homenaje que se realizará a quien hasta este martes fuera directora del Centro Morelos del instituto, Isabel Campos Goenaga, quien falleció el martes.

Añadió que administrativamente, el instituto no detienen sus actividades. “No hay mejor manera de honrarla que no detenernos”, concluyó.