El padecimiento es uno de los más frecuentes en la edad escolar.
Lavarse las manos de manera frecuente con agua y jabón, particularmente antes de comer, después de ir al baño y al terminar de jugar; evitar contacto con personas enfermas, cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, y beber abundantes líquidos, son algunas de las recomendaciones para evitar enfermedades de vías respiratorias.
En el marco del inicio del ciclo escolar 2019-2020 el pasado 26 de agosto, la doctora Norma Angélica Quintana Ruiz, jefa de Otorrinolaringología Pediátrica del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que la enfermedad de garganta es una de las que más aquejan a niñas y niños en edad escolar.
Explicó que se debe recomendar a los menores no compartir artículos personales como botellas de agua, tazas, cubiertos, además de ofrecerles una alimentación sana y balanceada que incluya frutas y verduras ricas en vitaminas, pues los nutrientes favorecen la función inmunológica.
La especialista del IMSS indicó que la enfermedad de garganta es la inflamación del área de la orofaringe, que incluye faringe, amígdalas y la pared posterior; es causada por infecciones virales, bacterianas o por algún factor agresor a esta zona.
El padecimiento, detalló, se presenta más comúnmente en niños de cinco a 15 años de edad, usualmente durante el invierno y al inicio de la primavera, pero los cambios bruscos de temperatura también la pueden originar.
Mencionó que entre otros grupos vulnerables son las personas que tienen alguna alergia, los niños y niñas pequeños que acuden a guardería, así como las personas adultas mayores.
Informó que los síntomas más frecuentes son el dolor al tragar, fiebre, tos, cefalea y cansancio. El diagnóstico se debe hacer luego de una exploración con una luz adecuada y exposición amplia de la orofaringe que permitirá evaluar la mucosa y sus estructuras.
Apuntó que las infecciones de garganta pueden tener un origen viral o bacteriano; los cuadros virales presentan síntomas de menor intensidad y una mejoría importante entre el tercero y quinto días de haber aparecido.
Las de origen bacteriano se presentan con fiebre mayor de 38 grados, secreciones nasales verdosas y los hallazgos en la exploración son más severos, sin mejoría posterior a los cinco días, dijo.
Explicó que el 70 por ciento de estos padecimientos son virales y el 30 por ciento bacterianas, y que aquellas que requieren antibiótico, deben llevar el tratamiento apegado a las recomendaciones médicas para evitar complicaciones como infecciones en oídos, fiebre de difícil control y resistencia a los antibióticos.
En caso de que la enfermedad de garganta se presente hasta en siete ocasiones en un mismo año, o más de cinco cuadros en los últimos dos años; su origen sea bacteriano, genere obstrucción respiratoria severa, ronquido nocturno persistente, apnea o cese de la respiración durante el sueño, refirió, el paciente podría ser candidato a la cirugía para extirpar las amígdalas o anginas.