El 14 de junio se celebró el Día Mundial del Donante de Sangre con el lema “Sangre segura para todos”.
El Seguro Social cuenta con 55 bancos de sangre en todo el país, en cuyas instalaciones se usan materiales nuevos, esterilizados y desechables para cada persona.
En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra este 14 de junio, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) llama a las personas de entre 18 y 65 años de edad a sumarse a este procedimiento de manera altruista para salvar vidas.
Al respecto, el doctor Gamaliel Benítez Arvizu, director del Banco de Sangre del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, destacó la importancia de los voluntarios altruistas, quienes sin la necesidad de donar para algún familiar o amigo, otorgan su sangre sólo por el hecho de ayudar al prójimo.
El médico especialista refirió que los donantes deben cumplir con requisitos muy específicos: encontrarse sanos, sin síntomas de gripe, tos o catarro; no haberse hecho algún tatuaje o perforación en el último año y no tener múltiples parejas sexuales.
Benítez Arvizu señaló que la sangre es un tejido necesario para atender varios padecimientos; sin embargo, hasta la fecha no se ha logrado sintetizar algún elemento que pueda sustituirlo y la única firma de obtenerlo es mediante donadores.
Informó que en todo el país, el IMSS tiene 55 bancos de sangre, donde los materiales empleados para cada persona son nuevos, esterilizados y desechables, con el fin de evitar riesgos para el donante.
Añadió que tan sólo en el Banco de Sangre a su cargo se reciben al año, aproximadamente, 60 mil unidades de sangre.
Detalló que el donante es evaluado por un médico que se especializa en detectar factores que pueden significar un riesgo para el paciente y se aplican varias pruebas con la más alta tecnología, que permiten detectar infecciones en etapas muy tempranas para desechar la sangre que no es óptima.
Explicó que los candidatos a donador participan en un prefiltro, donde se verifican su temperatura, presión arterial y peso, así como niveles de glucosa, triglicéridos y hemoglobina, además de un cuestionario confidencial de auto exclusión, que tienen como fin obtener sangre segura para uso transfusional.
Posteriormente, se elabora un registro fotográfico del donante, para evitar suplantación de persona, y se obtienen muestras médicas de sangre. Para finalizar, el donador es trasladado a la sala de sangrado o de aféresis (técnica para separar componentes de la sangre con fines médicos), donde se obtendrá el tejido hemático.