Los parques acuáticos y balnearios en el estado atienden a miles de visitantes, las metas se vienen cumpliendo y existe confianza en que éste será uno de los mejores años en la materia, indicó el presidente de la Asociación de Parques Acuáticos, Mario García Ordóñez.
Luego dijo que con mucha anticipación, los empresarios del ramo comenzaron a prepararse para ésta, que es la mejor temporada, porque en la mayoría de los casos, se alcanza el 100 por ciento de ocupación y entonces debe haber condiciones, sobre todo de seguridad para atender a la gente.
Hasta el momento, abundó, hay saldo blanco, los mecanismos de prevención y seguridad están funcionando, “la meta es que no se presente desgracia alguna, por eso se aplican protocolos y estrategias diversas, de acuerdo a las necesidades y características de cada lugar”.
Refirió que en la entidad hay 44 balnearios y parques en funcionamiento y cada uno ofrece circunstancias distintas, porque no es lo mismo un lugar con albercas que un balneario con aguas corredizas.
Para éstos últimos casos hay que extremar precauciones y se requiere de constante vigilancia de personal preparado para el auxilio, sobre todo a menores o adultos mayores, que son los de mayor riesgo.
García Ordóñez agregó que por sus dimensiones, hay parques que demandan de grupos especializados en rescate, como en el caso de El Rollo, de Tlaquiltenango, uno de los más grandes en Latinoamérica, aunque también los hay muy modestos y de aguas corredizas con costos accesibles, “sin embargo, en todos se pueden presentar inconvenientes, por eso hay que tener medidas de control y atención con capacidad y equipos”.
Dijo que por las condiciones en que vive el estado, un aspecto fundamental es la estrategia de seguridad y en ello, se trabajó intensamente con la Comisión Estatal de Seguridad, que en algunos casos, ofrece colaboración, porque la mayor parte de los balnearios dispone de vigilancia privada.
Dijo que les fue necesario participar en cursos de capacitación y adiestramiento, para disponer de elementos suficientemente capaces de responder ante alguna contingencia, pero aseguró que lo más común en este tipo de lugares es la pérdida de objetos, y en ello, son los usuarios quienes deben de aplicar medidas para evitarlo, porque a veces es casi imposible impedir algún robo en espacios abiertos, manifestó.