Ante la pérdida de influencia del Nuevo Grupo Sindical (NGS), agremiados cuestionan el manejo de los recursos que aportan como cuotas.
“Bulmaro ya no nos representa”, señalaron ayer más voces discordantes en contra del dirigente del Nuevo Grupo Sindical (NGS), que aglutina a vendedores ambulantes, taxistas y transportistas de carga y materiales. Luego de que un dirigente de comerciantes se quejó del liderazgo de Hernández Juárez, ayer hubo más voces disidentes.
Luego de solicitar el anonimato, por temor a ser agredidos, integrantes de la agrupación señalaron que temen por sus actividades, debido a que en el actual gobierno el NGS perdió la influencia que tuvo durante la administración graquista, “a la que sirvió con provocadores y golpeadores contra todos los enemigos del ex gobernador”.
“Nos sentimos abandonados, porque el señor (en referencia a Hernández Juárez) no sólo perdió influencia, sino que por su edad tiene cada vez menos ganas de trabajar y nos está dejando colgados de la brocha”, señaló otro de sus afiliados, quien sin embargo aclaró que no pueden dejar de aportar las cuotas a las que los obligan, pues pueden sufrir represalias.
Interrogado sobre a qué tipo de represalias se hacen acreedores los que incumplen con los pagos, uno de los entrevistados se limitó a decir “imagínese cómo son que nos da miedo decir nuestros nombres”.
Abundaron que el alejamiento de su dirigente coincide desde que no tiene protección del gobierno y que ha comenzado a perder las posiciones que tenía en diversos organismos representativos. "No le importamos, tenemos que exigirle que cumpla el trabajo que nos cobra o que se salga de a de veras y nos deje buscar otro refugio”, en referencia a que bajo el cobijo de las siglas de esa organización se amparan todo tipo de actividades comerciales y de servicios.