Elevar el número de patentes, adoptar y ampliar el modelo de educación dual y poner en marcha una transformación tecnológica digital en procesos de producción, plantea como retos para la industria en México Juan Pablo Castañón Castañón, en visita a Morelos.

Incrementar la inversión pública en ciencia y desarrollo tecnológico, elevar el número de patentes, adoptar y ampliar el modelo de educación dual y poner en marcha una transformación tecnológica digital en procesos de producción, son los puntos centrales que enumeró como reto para la industria en México el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón Castañón, en su visita a Morelos.

El líder empresarial participó como ponente magistral en el Foro “Industria 4.0”, convocado por la Asociación de Industriales y Empresarios del Estado de Morelos (Adiem).

En su participación, enfatizó que los resultados de las recientes elecciones en el país son un indicador de lo que el 53% de los votantes manifestó, que es un cambio en el país, el cual debe estar asentado sobre el trabajo, el crecimiento en empleos y el desarrollo social y económico.

Subrayó que no tiene caso sentarse a discutir en un café lo que pudo haber sido o sucedido si en esa elección los resultados fueran diferentes, y lo que corresponde a los empresarios es seguir luchando por ser cada día más productivos, abrir más fuentes de trabajo y contribuir a acabar con la pobreza desde ese ámbito. “No esperar a que un iluminado venga a resolver los problemas, sino ser emprendedores y salir adelante”.

Planteó que para lograr ese objetivo, hay varios retos para la industria -hoy en día- que deben ser atendidos en lo inmediato.

Manifestó que la industria hoy enfrenta la cuarta revolución industrial, que implica la digitalización de procesos.

También anotó que la producción de vanguardia está dirigida a exigir mejoras en las técnicas de producción, revolucionando las tecnologías, al tiempo de referir que la industria podría aumentar 20% en cinco años si se involucra la innovación tecnológica. Este planteamiento se vuelve relevante especialmente en microempresas que aportan el 70% de la producción nacional.

Destacó que México ocupa el undécimo lugar en exportación en el mundo, siendo un país que ha apostado a la apertura comercial, y el propio CCE ha impulsado en las negociaciones la permanencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y también favorecer la diversificación de clientes comerciales a nivel internacional.

Entre los retos impostergables, el también expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) destacó el cerrar la brecha que existe entre las necesidades de recursos humanos y la formación de estudiantes universitarios. Indicó, al respecto, que el 40% de los jóvenes no se siente listo para incorporarse al campo laboral, y el 44% de empleadores califica como "muy difícil" encontrar personal con las habilidades que requieren.

Por ello, se impone la urgencia de vinculación real de universidades y sector productivo. No sólo acudir a graduaciones o firmar convenios, sino abrir las puertas de las empresas para apoyar la formación de los estudiantes.

Hizo referencia a que el 30% de egresados se concentra en carreras de Derecho y opciones administrativas, mientras que el 7% egresa de ingenierías.

Y en contraste, el 70% de los espacios en la industria están relacionados con procesos técnicos y cada vez más se requiere de personal con habilidades digitales.

En este sentido, Castañón Castañón se pronunció a favor del modelo de educación dual y que comenzó a ponerse en práctica en México en instituciones de nivel medio superior. Apuntó que este esquema, que fue tomado de Alemania y se adapta a México, implica que el joven curse parte de sus estudios en las aulas y otra parte importante en las empresas. No como prácticas profesionales, sino como sitio de formación directa en los centros de trabajo.

Aseguró que el CCE recientemente acordó con el presidente virtual electo, Andrés Manuel López Obrador, poner en marcha ese modelo en la mayoría de las instituciones que sea posible, lo que facilitará la inclusión de los jóvenes en el sistema productivo y acortar la brecha entre la educación formal que reciben y las necesidades del campo laboral.

Entre los retos, el líder empresarial subrayó también la importancia de invertir más en investigación. Hoy sólo representa el 0.6% del PIB; la propuesta es llegar al fin de esta gestión arriba del 1.5%
Desde el punto de vista del industrial, el índice nacional de investigación y tecnología debe ser incrementado en especial en el centro, sur y sureste del país. Mencionó como referencia clara que en la Ciudad de México se estima una productividad de 294 pesos por hora-hombre trabajada, en tanto que en el estado de Chiapas, sólo 64 pesos por hora-hombre trabajada.

Expuso que el año 2018 fue el punto máximo del bono demográfico en la historia, donde casi el 66% de la población está en edad de trabajar, es decir, alrededor de 82 millones de personas, y “no tenemos un programa de modernización del trabajo que nos permita estar capacitados para enfrentar los retos del siglo XXI. Queremos una juventud que pueda explotar al máximo su talento e impulsar el desarrollo regional del país”.

Agregó que el gobierno en México aporta sólo el 1% de inversión general global, es decir, la inversión más baja en 70 años. El 19% de la inversión la aporta la iniciativa privada, por lo tanto, el gobierno debe aumentar un 5% su aportación, de manera particular en lo que se refiere a infraestructura.
“Si los mexicanos nos ponemos de acuerdo, seremos la séptima potencia del mundo”, afirmó, al sostener que en los mexicanos hay talento, hay capacidad y esta hoy es la oportunidad.