Esta semana, podría publicarse el decreto por el cual se acuerda la instalación de las barras electrónicas en todas las rutas, y se pretende fijar un plazo máximo de 9 meses a partir de este año; de no hacerlo, se aplicarían sanciones para los concesionarios.
Al respecto, concesionarios señalaron que su situación económica se complicará mucho más de lo que ya es, pues la mayoría de las Rutas no ha cumplido al 100 por ciento con el cambio de unidades “chatarra” y la nueva imposición les afectará mucho más.
Instalar las barras electrónicas tiene un costo de aproximadamente 35 mil pesos por cada unidad, aunado a los pagos que han desembolsado los transportistas por los vehículos viejos que cambiaron.
Mauro Reyna, presidente de la Ruta Interescolar, adelantó que será muy difícil para los dueños de las concesiones pagar las unidades nuevas e instalar los contadores de pasaje, por lo que descartó que a mediados del próximo año las cerca de 2 mil rutas en el estado cuenten con el nuevo sistema.
El acuerdo de hacer obligatoria la instalación de las barras electrónicas fue tomado por líderes de las agrupaciones del transporte colectivo y autoridades estatales a fin de tener un mayor control en el número de usuarios que diariamente suben a las unidades y por lo tanto de los ingresos que se obtienen.
“Estamos de acuerdo en este sistema, porque les quitaremos el control de las unidades a los operadores. El problema es que no se podrá hacer de forma inmediata, quizás lo puedan hacer los que ya renovaron sus unidades”.
Las Rutas que han empezado a instalar su sistema de conteo electrónico son la Ruta 2, 8, 11, 18, 12, 13 y 7, cuyas unidades han tomado medidas para evitar que suban los vehículos músicos y vendedores, sólo usuarios.