Por “unanimidad”, Carmen Cuevas López se reeligió por un segundo periodo como magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), en una sesión extraordinaria de Pleno Solemne convocada de manera exprés con menos de dos horas de anticipación.
La sesión no duró más de 15 minutos y los 13 magistrados asistentes (incluida la magistrada supernumeraria, Leticia Taboada, que cubre la ausencia de Nadia Luz Lara Chávez) colocaron sus votos “secretos” a favor de Cuevas López en una caja de madera, los cuales fueron leídos en voz alta; incluso, uno de ellos tenía la frase “con la bendición de Dios”, en alusión al pragmatismo religioso de la magistrada presidenta reelecta.
Al proclamarse el triunfo, Cuevas López se tomó ella misma la protesta y los magistrados se levantaron de sus asientos y reverenciaron a la presidenta reelecta, quien presidirá el TSJ y ostentará la representación de Poder judicial hasta el 17 de mayo de 2020.
A la sesión no acudieron los magistrados numerarios Andrés Hipólito Prieto, Jorge Gamboa Olea, Carlos Iván Arenas Ángeles y el magistrado supernumerario (con voz pero sin voto) Norberto Calderón Ocampo, quienes previamente se pronunciaron en contra de la reelección.
Cuevas “madrugó” a sus rivales
De acuerdo con magistrados inconformes, fue hora y media antes de la sesión cuando de manera inesperada les fue notificada la convocatoria para sesión de Pleno extraordinario. La convocatoria fue precedida por un cónclave en un lujoso hotel de Jiutepec, donde Carmen Cuevas afianzó el voto de la mayoría de los magistrados y ordenó convocar de manera inmediata al Pleno.
Los magistrados Carlos Iván Arenas e Hipólito Prieto fueron los primeros en manifestar su sorpresa y su oposición tanto a la realización de la sesión como la inminente reelección, por tres razones: la primera, porque no se cumplía con la formalidad ni la solemnidad del acto al haber sido una convocatoria improvisada; la segunda, porque el plazo para la elección vencía hasta el 17 de mayo y el magistrado Hipólito Prieto, quien aspiraba a la presidencia, apenas comenzaba el cabildeo; y la tercera, porque había un pacto verbal y moral entre Carmen Cuevas y un grupo de magistrado que la apoyaron hace dos años, para que no se reeligiera y a cediera la presidencia Andrés Hipólito.
“Al hacerlo de esta forma lo único que denota es la poca transparencia, la falta de legalidad en el desarrollo de este tipo de sesiones, que es una característica que ha distinguido a esta administración a lo largo de estos dos años.
“Evidentemente que estaremos analizando la posibilidad, y por supuesto que esto no será una decisión particular sino de un grupo que no estamos de acuerdo, para impugnar esta decisión”, dijo el magistrado, Carlos Iván Arenas.
El magistrado Andrés Hipólito Prieto expresó su desconcierto porque comenzaba el cabildeo con sus homólogos respecto a su aspiración a la presidencia del TSJ, y hasta había elaborado un documento que exponía 10 razones institucionales del porqué Carmen Cuevas no debía ser reelecta y solicitaba que sus homólogos expusieran con cinco puntos a favor de la presidenta.
Acusó que los magistrados que votaron por Carmen Cuevas fue porque “les ha nombrado jueces a hijos (en diversos puestos del TSJ), porque les ha nombrado hermanos en esta administración, porque les ha ayudado políticamente, y entonces la institución pasa a segundo término”.
Afirmó que “con este madruguete me atan de manos”, al no permitirle siquiera la oportunidad de exponer su ideas y argumentos, ni llamar al voto de conciencia a sus homólogos.
El magistrado Arenas Ángeles recordó que hace dos años, cuando apoyaron a la elección de Carmen Cuevas y enfrentaron al bloque de la expresidenta Nadia Luz Lara Chávez, se hizo un acuerdo escrito (que no se firmó), moral y verbal de que, al concluir sus dos años de administración, ella cedería la presidencia a Andrés Hipólito.
Incluso, recordó que en ese entonces también el magistrado, Miguel Ángel Falcón, se sumó al acuerdo que ayer fue roto.
Al cuestionar si fue un acto de traición la reelección de Carmen Cuevas, afirmó “sí, es una traición, el acuerdo era que seguía (en la presidencia) el magistrado Andrés Hipólito. Cuando se eligió al magistrado Falcón (como presidente del TSJ) el magistrado Hipólito cedió. Para poder elegir a la magistrada Cuevas, se hizo a un lado el magistrado Andrés, y el acuerdo era que la siguiente era para magistrado Hipólito, entonces hay una traición, una falta congruencia y una falta de compromiso institucional”.
Agregaron que impugnarán la reelección y advirtieron que habrá una reacción en su contra, y hasta una posible persecución en su contra por su postura crítica a la presidenta.
En una breve entrevista posterior a su reelección, la magistrada presidenta, Carmen Cuevas López, negó que haya existido premura, ilegalidad o un madruguete en su reelección, así como rechazó opinar sobre la supuesta traición a un grupo de sus homólogos.
En una convocatoria sorpresiva y apresurada, en sesión de Pleno, con 13 votos a favor y ninguno en contra fue reelecta Carmen Cuevas López como magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
El magistrado, Andres Hipólito Prieto, que aspiraba a la presidencia, reclamó el madruguete y que no se le haya dado oportunidad de cabildear y convencer con sus homólogos.
La convocatoria se hizo varias días antes de que concluyera el actual periodo de la presidenta y comenzó a circular ayer mismo.
En el documento se citaba a los magistrados a una sesión extraordinaria para desahogar cuatro puntos, el segundo de los cuales era la elección del magistrado presidente para un periodo de dos años que culmina en mayo del 2020.
El siguiente punto era la toma de protesta, que poco antes de las tres de la tarde se había realizado y con eso se consolidaba el segundo periodo de la magistrada.