Cuernavaca, Morelos.- “Conducir es un aspecto de la conducta humana que ha causado múltiples reacciones entre los investigadores que se dedican a estudiar cómo reducir los riesgos y paliar la pérdida de vidas humanas que sucede en ese ámbito”, dijo Gabriel Dorantes Argandar, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), quien afirmó que debe ser la ciudadanía la que debe aprender a “sobrevivir” mientras conduce su auto en las carreteras del estado de Morelos.

El autor del “Manual de Supervivencia Vial”, de editorial UAEM, dijo que la premisa principal de todos los días es llegar a tu casa al final del día con el mismo nivel de bienestar, recordar que vivimos en comunidad, y todo lo que se haga tendrá impacto en los otros, por lo que es imperante recuperar las buenas costumbres y la educación para rescatar la ciudad.

“La movilidad es una problemática de carácter social. En definitiva, el gobierno de México poco hace por resolverlo, pero también es ingenuo pensar que, habiendo homicidas y secuestradores sueltos por las calles que abanderan la ineptitud e incapacidad de las autoridades, sea una prioridad hacer que la gente respete los semáforos en rojo y los sentidos de las calles”, dijo el investigador adscrito al Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología (CITPsi) de la UAEM.

Gabriel Dorantes señaló que el país tiene un gobierno que, visiblemente, se ve sobrepasado por la problemática actual. “Inclusive, si fuera una prioridad -dado que el gobierno mismo es incapaz de cumplir sus propias leyes laborales y reglamentos institucionales-, la aplicación de las regulaciones de movilidad y tránsito no es más que un elefante blanco. El problema del caos en la movilidad sólo se resolverá a partir de la iniciativa de la ciudadanía. Hasta que no se recuperen el compañerismo, la educación y el espíritu de ayuda, el caos que impera en nuestras calles seguirá creciendo”.

Dijo que en calles tan estrechas en donde no se puede transitar, como las de Cuernavaca, se debe aprender a conducirse. “Con todo esto del Paso Exprés se ha perdido la vida, hay accidentes y tenemos que aprender a sobrevivir con nuestras propias capacidades, que la ciudadanía sea capaz de sobrevivir con sus propios medios y es a través del compañerismo y del apoyo… mucho se puede lograr”.

El investigador de la UAEM consideró que el reto es construir una estrategia que permita a los individuos reducir el riesgo al cual están sometidos durante la movilidad e incrementar su bienestar y calidad de vida. “Esto tal vez nos permita convencernos de que el orden social y las construcciones que abonan el tejido social, son vitales ahora para la supervivencia de nuestra sociedad y seguirán siendo para los próximos 40 años”, dijo.