La zona del estado que históricamente se ha deforestado es la de Los Altos de Morelos, porque se cambió desde hace varios años el uso de suelo a actividades agropecuarias. Muchas áreas han sido abandonadas y otras se sustituyeron por producción de nopal, por ejemplo. Esto genera la reducción de recargas hidrológicas, explicó el funcionario estatal, al comentar que este uso agrícola es uno de los factores más importantes para que se redujera la superficie forestal.
Comentó que otra de las zonas en las que se ha observado la pérdida de este recurso es la del corredor biológico Ajusco Chichinautzin. Sin embargo, aseguró que se ha logrado frenar la tala de árboles: “Hemos trabajado muy fuerte en mantener esa cubierta forestal y la tasa de deforestación bajó de 3.4 a 0.9, por eso tenemos que continuar con la prevención y reposición”.
“Es una tala hormiga… Es un fenómeno diferente que se tiene que atacar porque hay un estudio del IMTA que señala que por cada hectárea de bosque que se pierde, se pierden a la vez cinco millones de metros cúbicos de agua; entonces es una situación muy importante y hay que conservar ese bosque”, destacó.
Se plantaron alrededor de cinco mil ejemplares en la mayoría de las escuelas de diferentes niveles de formación, con el propósito de garantizar la sobrevivencia de los arbustos con el cuidado de las comunidades escolares.
En el acto formal, el titular de la SMyT destacó que una de las principales fuentes de contaminación son los vehículos. Con este argumento reiteró que el proyecto de Morebús sigue en macha, pese a la oposición de algunos grupos de concesionarios.