Cuernavaca, Morelos.- En México 3.6 millones de personas son víctimas de trata y más del 30% de ellas son niños y niñas; se estima que 70 mil menores están o han estado inmersos en explotación sexual. Así lo señaló la presidenta de la “Comisión Unidos vs la Trata”, Rosy Orozco, quien sostuvo que Morelos no escapa a este fenómeno, en el que han crecido los llamados “giros negros”.
Como en varias ciudades del mundo, este martes se llevó a cabo en el zócalo de Cuernavaca la jornada “Un billón de pie”, en la que decenas de ciudadanas y algunas funcionarias e integrantes de organizaciones sociales bailaron para manifestarse en contra de la explotación de la mujer.
A convocatoria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, este 14 de febrero se llevó a cabo esta actividad en miles de plazas públicas, para visibilizar el problema de la violencia de género.
La directora del Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos (IMEM), Teresa Domínguez Rivera, comentó que este es el cuarto año en que el evento se realiza en la entidad, pese a algunas críticas. “Sabemos que este problema no lo vamos a resolver bailando, pero es así, a través de pasos pequeños, de actividades como ésta, que vamos haciendo más visible el problema y generando conciencia sobre la no explotación y violencia contra las mujeres”.
Funcionarias estatales y municipales, integrantes de agrupaciones sociales, bailaron al mediodía de este martes -en la Plaza de Armas de Cuernavaca- la coreografía que se difundió a través de redes sociales, con el mismo propósito de la campaña internacional.
Entre las participantes en esta actividad estuvo Rosa María de la Garza Martínez, conocida como Rosy Orozco, presidenta de la organización “Unidos contra la Trata”.
En entrevista, informó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México 3.6 millones de personas están inmersas en la trata y más del 30% son niños y niñas. Refirió que conforme al DIF nacional, 70 mil niños están inmersos en la explotación sexual, ya sea por pornografía infantil o en lugares donde son esclavizados, y añadió que conforme a datos de la organización internacional Walk Free, más de 600 mil son víctimas de trata laboral y alrededor de 500 mil de prostitución, en todo el país.
Dijo que Morelos no se escapa de este fenómeno y externó su preocupación por el crecimiento de establecimientos conocidos como “giros negros” (establecimientos que cuentan con licencia del gobierno para funcionar, pero las actividades que en ellos se llevan a cabo son las relacionadas con centros nocturnos, cantinas, “table dance”, entre otros, donde se explota a niñas y mujeres).
Aseveró que “se tiene que definir una política pública de cero tolerancia, porque en los lugares donde se vende una niña o una mujer, también se venden drogas… Ahí se reúne la gente más mala, capaz de sobornar a quien sea. Si invitas a un agente del ministerio público, le sientas a una niña en las piernas y le sacas una foto, pues te quedaste sin MP que actúe contra ellos”.
Alertó que en tiempos de campañas, ese tipo de negocios ofertan dinero a candidatos de diferentes partidos políticos, que luego se ven comprometidos a dejarlos operar libremente.
Rosy Orozco también aseveró que las desapariciones de mujeres jóvenes son otro indicador de que se podría estar dando una cadena de trata y muchas de esas personas incluso son llevadas a Estados Unidos para su prostitución. Refirió que hace unos días se dio a conocer que en Texas había alrededor de 300 mil personas que son explotadas. “Por eso yo decía al presidente de EEUU, por favor, señor Donald Trump, a esas personas sí regréselas, porque son explotadas mientras hay madres buscando a sus hijas desaparecidas”.
Comentó que como organización se ha dialogado con el gobierno del estado para trabajar en capacitación a personal y hay avances.
Destacó la importancia de que en Morelos se armonice la legislación en la materia con la norma federal, que contempla avances como la conformación de una fiscalía especializada en trata y crear un albergue especializado para víctimas, que permita que esas valiosas personas rescatadas tengan una exitosa reintegración social.
Enfatizó que el punto crucial para combatir este problema es la participación de la ciudadanía, primero para denunciar aquellos lugares donde se explota a una mujer o a una niña, y segundo, para que los hombres dejen de acudir “y comprar a niñas porque están contribuyendo a este delito y al rato podría ser su hija la que desaparezca de su casa”.