La institución, cuyo subdirector de vinculación en Morelos es el doctor Abel Encinas Muñoz, informó que si bien es cierto que en este año hay un panorama financiero complejo, esto no limita las tareas fundamentales de los proyectos definidos en el programa de trabajo de 2017.
La junta de gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) reforzó sus acciones de austeridad, con el propósito de lograr una mayor racionalidad y eficiencia de su gasto.
Entre las acciones adoptadas para hacer más eficiente el manejo de los recursos, se encuentran las siguientes: “reducción del 10% en la partida de sueldos y salarios a los servidores públicos de mando superior; racionalidad en el consumo de combustibles en los vehículos de la institución”.
Además, se buscará reducir hasta el 50% del consumo en las tarifas del servicio de telefonía celular; un 10% en la partida de viáticos internacionales y cinco por ciento en las tarifas de viáticos nacionales.
El INEE aplicará en toda la estructura (incluso las oficinas en las entidades) todos los acuerdos de austeridad ya referidos. De igual forma, la reducción hasta de 60% en gastos para alimentación de servidores públicos de mando superior.
Se disminuirá en un cinco por ciento en el gasto por concepto de congresos y convenciones y el mismo porcentaje en la partida de estudios y asesorías.
La institución aseguró, a través de un comunicado, que “con estas acciones y los lineamientos de austeridad, el INEE tendrá este año un ahorro de casi 40 millones de pesos. El aumento real para el presupuesto de 2017, descontando la inflación y las medidas de racionalidad y austeridad que se están proponiendo será del dos por ciento, equivalente a 21 millones de pesos”.
Las autoridades aseguraron que dichas decisiones han sido cuidadosamente definidas para no afectar el programa de trabajo 2017
En este año, el instituto tiene proyectado entre sus prioridades, el desarrollo de evaluaciones para personal docente de nuevo ingreso, del desempeño docente, la aplicación de Planea y la promoción de la cultura de la evaluación, así como la emisión de directrices para mejorar la calidad de la educación.