La Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH) exigió al gobierno de Morelos la colocación de cámaras de videovigilancia en zonas de riesgo para mujeres, como medida preventiva y herramienta de investigación para ubicar a los agresores.
La coordinadora de la organización civil e impulsora de la Alerta de Violencia de Género en Morelos, Juliana García Quintanilla, señaló que se realizan mesas de trabajo con las autoridades estatales y justamente en la agenda inmediata está el tema de las cámaras de videovigilancia, con las cuales -en teoría- podría prevenirse, detectar o investigarse cualquier agresión a mujeres y niñas.
“El tema que tenemos son medidas de prevención en materia de seguridad, queremos saber puntualmente cuándo van a iniciar esos recorridos, cuándo van a hacer efectiva la activación de estas cámaras, para que vayan inhibiendo esta violencia contra las mujeres”.
“Si no hay cámaras que estén vigilando lo que está pasando en los lugares que se han señalado como conflictivos, como de violencia hacia las mujeres, pues difícilmente se va a atender. Cada vez se denuncian o documentan más casos de cuerpos abandonados en la vía pública y esto no sucedería si existieran las cámaras, y las cámaras dicen que existen pero también se dice que no están funcionando”, subrayó.
Apuntó que debería existir por los menos una cámara en cada uno de los puntos indicados en la geografía del feminicidio, cuya investigación fue parte del sustento de la declaratoria de la AVG en Morelos.
Incluso, resaltó que en Cuernavaca, uno de los ochos municipios morelenses incluidos en la de la AVG, “en una colonia mínimo, por el número (de habitantes) y por la extensión de la colonia, mínimo debería haber diez cámaras, como en la Barona, Alta Vista, Flores Magón, La Lagunilla, que son lugares tan violentos para la población en general y para las mujeres en particular”.
Sostuvo que es imprescindible la instalación y funcionamiento de las cámaras en los sitios detectados como riesgosos para las mujeres y donde han sido abandonados cuerpos, no sólo como medida preventiva, sino como instrumento de investigación e identificación de los feminicidas.