Vecinos de la zona inmediatamente reportaron la fuga, la cual –según testigos– comenzó desde la madrugada. Pasadas las diez de la mañana, el agua logró llegar incluso a la calle Vicente Guerrero.
De acuerdo con el organismo operador, la fuga se debió a la ruptura de una línea de conducción que se ubica en la calle Matamoros, muy cerca del chapitel de El Calvario, lo que obligó a sustituir cerca de tres metros de tubería de asbesto de 14 pulgadas de diámetro.
Personal del área operativa del SAPAC decidió cortar el suministro mientras se llevaban a cabo las labores de reparación.
El director de esa dependencia, José Pérez Torres, informó en entrevista que han trabajado a marchas forzadas para evitar fugas de agua, las cuales se originan principalmente porque la red de distribución hidráulica es muy vieja y eso genera rupturas constantes.
La fuga que se registró este miércoles fue considerada una de las más grandes que se han tenido en los últimos meses, la cual fue reparada en aproximadamente cinco horas. El servicio se reanudó alrededor de 15:30 de la tarde.