El legislador mencionó que todavía no se conocen las bases mediante las cuales se desarrollará la contienda, pero agregó que “sólo pido piso parejo para todos, no aceptaremos dados cargados para nadie, que sea quien tenga los mayores merecimientos quien llegue el CDE”.
Manifestó que “en éstos tiempos, es muy frágil la presencia del partido al interior del estado, son pocos los que se esfuerzan por promover sus siglas en el electorado y sobre todo, entre los priistas, nosotros lo venimos haciendo, lo menos que podemos reclamar, es que se nos permita participar”.
Reconoció que una situación constante en los años recientes ha sido la lucha descarnada entre grupos y corrientes al interior de la institución, pero que no es de esa manera como se llegará en condiciones de recuperar espacios en las elecciones del 2018.
El legislador local atribuyó a esas diferencias la pérdida del ejercicio del poder y estimó que las amargas experiencias deben servir para que no se repitan errores. Por lo pronto, abundó, es él el primer proyecto que ha levantado la mano para buscar la presidencia del partido.
Luego consideró que la que viene es una elección que deberá aprovecharse por parte del PRI, porque “ante la ciudadanía, está claro que los proyectos desarrollados por otros partidos han fallado y eso genera las circunstancias adecuadas a fin de obtener objetivos concretos, incrementar la presencia en los ayuntamientos, en (el) Congreso local por qué no, pensar en la recuperación del gobierno estatal.
Pero insistió en que ya comienzan las descalificaciones entre corrientes que se han enquistado en el CDE durante muchos años y son quienes propiciaron el fracaso institucional.