El coordinador del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alberto Martínez González, confirmó que el Congreso del estado enfrenta complicaciones financieras, a raíz del pago de deudas heredadas por la pasada legislatura.
Cuestionado al respecto de rumores que han surgido por falta de pago a proveedores, incumplimiento en cláusulas del contrato con trabajadores sindicalizados del Poder Legislativo, entre otros problemas financieros, el diputado local informó que dichas complicaciones surgieron ya que se empezó a cumplir con los pagos que no fueron desahogados por exdiputados, tales como compromisos fiscales, aportaciones ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y laudos.
Sin embargo, Martínez González no calificó como una crisis financiera la situación del Congreso, pues aseguró que en las siguientes semanas se empezará a solventar el resto de los compromisos faltantes.
"Definitivamente hubo un rezago el año pasado; definitivamente cuando nosotros llegamos a esta legislatura y definitivamente ese rezago se ha perpetuado. Pero finalmente consideramos que las finanzas van saliendo adelante", manifestó.
No obstante, hay que hacer mención que a partir de este mes, la LIII Legislatura ejerció su propio presupuesto (de aproximadamente 420 millones de pesos) y el rezago del que habló se recibió desde septiembre del año pasado.
El legislador también aclaró los rumores en relación con el despido de la secretaria de Finanzas del Congreso, Patricia Bandera Flores, quien ha sido señalada de presuntas irregularidades en un documento que emitió la diputada Beatriz Vicera Alatriste, presidenta del Comité de Régimen Administrativo. Aseguró que se trata sólo de dudas que tuvo la diputada, al haberse ausentado cerca de tres meses por cuestiones de salud, pero descartó cambios en el área administrativa.