Dijo que hay arterias como las que comunican a Cuernavaca con la región oriente o hacia el sur del estado, que son verdaderos crucigramas en determinadas horas del día, cuando el flujo vehicular entra en su mayor intensidad.
El caso es que se tiene que actuar de manera inmediata para poder encontrar soluciones a algunos conflictos, dijo, haciendo énfasis en que hay “cuellos de botella” muy señalados que se complican cada vez más.
Uno de ellos, agregó el funcionario, es el de la carretera federal de ida y vuelta a la altura del Polvorín en la capital del estado. “Aquí ya hay un proyecto en desarrollo, la construcción de un paso a desnivel para canalizar buena parte del tráfico por vías alternas y combatir este foco rojo”.
Demetrio Román consideró que será en unos meses más cuando se aterrice dicha acción, sin embargo, aceptó que por todos lados el crecimiento poblacional supera la capacidad del estado para poder responder a las necesidades de los usuarios de las vías de comunicación.
En lo relacionado a la zona oriente, a la altura del IMSS se trabaja igualmente en una estrategia de entradas y salidas de mayor agilidad, “aunque esto tampoco resolverá de origen los problemas de tránsito”.
Pero insistió en que hay facultades de los municipios que no están siendo ejercidas de buena manera en algunos aspectos, como la entrega de permisos de construcción sin considerar los efectos colaterales; “se permite la construcción de unidades habitacionales que van haciendo más complejo el tema”.