“Estar aquí, estremece. Estar aquí a unos metros de las fosas de Tetelcingo, estremece. A unos metros de la fase del proceso de exhumación de estos cuerpos que fueron ahí enterrados de manera terrible, estremece. Es la suma de los horrores y más. Volver a preguntarnos dónde estamos parados. Es pararse frente al espejo. Es recordar el inicio del Movimiento por la paz”, dijo Aristegui al señalar que las fosas de Tetelcingo demuestran “la total ausencia o el rompimiento de los códigos fundamentales del tratamiento de los seres humanos, poner cuerpos de manera indigna entre la tierra, algunos con cabeza, otros sin ella, ahora sabemos que también hay niños.”
Afirmó que “las conciencias siguen sacudidas. Las fosas de Tetelcingo son esta expresión extrema de lo que puede suceder con el tratamiento de los seres humanos. Estas fosas de Tetelcingo nos recuerdan que las peores cosas siguen sucediendo y saber que hay fosas por todos lados en México. Hay que agregar a las fosas criminales las que tienen un componente oficial, las fosas en las que fueron depositados sin orden, ilegalmente, criminalmente”.
Luego citó el texto “Carta abierta a políticos y criminales”, escrito por el poeta Javier Sicilia, el 3 de abril de 2011, unos días después del asesinato de su hijo Juan Francisco.
“La muerte de Juan Francisco que provocó la necesidad de organizarse, de encontrarse. Javier Sicilia que tuvo la magia de tocar esas puertas, de decirlo y de convocar a tantos con su propia historia. Este libro nos vuelven la mirada a ese momento en el que Javier Sicilia perdió a su hijo. Eso que logró lo que nadie hasta ese momento, hablar de las víctimas. Que hizo posible dejar de poner en el mismo saco y de decir prácticamente, “se lo merecían’”, señaló.
El rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Jesús Alejandro Vera Jiménez, expresó que “la UAEM participa activamente en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad toda vez que Javier Sicilia es miembro distinguido de la comunidad universitaria, fungiendo como profesor y como funcionario. De hecho la movilización que detona en 2011 el surgimiento del movimiento fue acompañada por la comunidad universitaria, en ese entonces era rector Fernando Bilbao Marcos. Por lo tanto este movimiento es parte fundamental de los académicos”.
Dijo que las causas del Movimiento por la Paz encabezado por Sicilia “siguen vigentes e implican una lucha política frente a una realidad que queda evidenciada en las fosas de Tetelcingo”, por lo que “lanzarle el movimiento a las víctimas de que estamos usando a las víctimas con fines electoreras, es negarle a las familias el derecho de encontrarse con otros”, afirmó.
El libro El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fue editado por Era y coordinado por Javier Sicilia Zardain, reúne textos del propio movimiento y a autores como Francisco Rebolledo, José Gil Olmos, Julián LeBarón, Eduardo Vázquez Martín, Juan Villoro y otros, así como las fotografías de Isolda Mendoza y Germán Canseco.
El coordinador del libro, Javier Sicilia, dijo que el movimiento no se ha detenido, mantiene el objetivo de dar dignidad a las víctimas, volverlas sujetos sociales al afirmar que el objetivo del gobierno es criminalizar a las víctimas.
“Estas fosas tienen que ver con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en otro sentido. El mismo día en que se conmemoraba el inicio del movimiento, después de tres años de lucha, ese mismo día el gobierno de Graco Ramírez estaba abriendo estas fosas. Es una afrenta no sólo a las víctimas, sino al Movimiento. Este libro fue financiado por ellos porque su discurso tomó el camino de las víctimas, pero después traicionó a las víctimas”.
Luego agradeció a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), al rector Jesús Alejandro Vera Jiménez por su acompañamiento, “si reducimos la universidad al servicio de quienes quieren usarnos para aumentar los bienes de capital, estamos traicionando a la Universidad, eso no es una universidad”, expuso.