Los representantes de la casa hogar “Amor para Compartir” acusaron de hostigamiento al Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y a la fiscalía estatal, y expusieron una serie de contradicciones e inconsistencias en el actuar de las autoridades estatales.

María de Lourdes Fuentes Hernández, directora de la casa hogar “Amor para Compartir” y quien en diciembre pasado recibió un reconocimiento de la presidenta del DIF, Elena Cepeda, manifestó su desconcierto por el acoso gubernamental de las últimas semanas y su enfado por las arbitrariedades, no sólo contra la asociación civil, sino contra los 19 menores que fueron asegurados la noche del lunes en la fiscalía estatal y trasladados con violencia al albergue del DIF.

Rechazó que en el albergue, que se sostiene por donaciones de empresas y particulares, se maltrate a los menores y consideró absurda e inexplicable la intervención de la fiscalía estatal, quien adujo que el aseguramiento de los 19 menores tuvo su origen en la denuncia de un adolescente (identificado como Juan, de 16 años), que posteriormente fue reintegrado a esta casa hogar por orden de las propias autoridades.

“Nosotros tenemos su declaración ante el Ministerio Público, donde él expresa que simplemente ya no quería estar aquí, que nosotros no lo maltratábamos. Y también tenemos por parte del médico legista un comprobante donde el menor está completamente sano y no presenta el síndrome del niño maltratado”, narró.

Juan había sido ingresado al albergue voluntariamente por su madre cuando tenía 7 años. En el mes de enero escapó y se dirigió al albergue del DIF en el municipio de Temixco, donde pidió quedarse. La fiscalía por procedimiento inició una carpeta de investigación y, según los peritajes médicos y psicológicos, el adolescente no presentaba indicios del síndrome de niño maltratado.

Por instrucciones de la fiscalía y del propio DIF, fue reincorporado a la casa hogar “Amor para Compartir” y la madre pidió que el chico regresara con ella, pero al acudir a la fiscalía para formalizar la entrega de Juan a su mamá, fue la institución quien rechazó entregarlo a su familia.

Aspecto de la casa hogar “Amor para compartir”, ubicada en el municipio de Huitzilac.

“La mamá quiso llevárselo cuando supo que el DIF nos lo regresó, entonces fuimos a la procuraduría para hacer esto legal y no quisieron reintegrárselo a la mamá, que a fuerza el menor tenía que estar aquí. Entonces me pregunto, si el menor estaba maltratado ¿por qué lo regresaron al lugar donde está maltratado?”, recalcó.

Expresó que no hay ningún motivo para llevarse a los niños, ni para clausurar el establecimiento, el cual opera legalmente. Recordó que el año pasado durante un acto público, inexplicablemente y sin argumento de por medio la presidenta del DIF, Elena Cepeda, dijo que no quería que los niños estuvieran en este albergue.

“La señora Elena (Cepeda) explicó públicamente que no estaba de acuerdo en que estuvieran los menores acá. ¿Por qué? no lo sé, al final de cuentas los menores están en buenas condiciones”, dijo.

Fuentes Hernández sostuvo que siempre mantuvo una relación amable con las autoridades estatales, quienes habían visitado las instalaciones por invitación de la casa hogar y ellas ofrecieron apoyar con la ampliación del área de cultivo de hortalizas, a través del programa de huertos familiares, y donaron pollos para la producción de huevo para autoconsumo.

Pero la relación súbitamente cambió, hasta que en enero pasado la casa hogar tuvo que promover un juicio de amparo, para evitar la clausura del establecimiento donde hasta hace unos días vivían 67 niños y adolescentes.

Reclamó el trato que los chicos recibieron en la fiscalía y las amenazas directas contra el personal del albergue.

“Ahí en la fiscalía los jalonearon, golpearon a los más grandes porque lógicamente se resistieron, y pues a la fuerza se los llevaron. Yo sé que los chicos hicieron destrozos a lo mejor, no sé, estoy enterada de que rompieron vidrios, no sé de dónde, pero también los entiendo porque cayeron en una crisis, porque ya habían dicho que no querían irse al DIF. Entonces, definitivamente están violentando los derechos de los niños”, dijo.

Y señaló que tras la resistencia de los menores, la advertencia de la fiscalía estatal fue que “después de esta situación iban a ir contra todos con todo, contra nosotros con todo”.

Expuso que ante la actuación ilegal y el acoso oficial, recurrirán al gobierno federal y si es necesario a instancias internacionales para denunciar la serie de atropellos contra los menores y la casa hogar.

“No vamos a tratar nada con el gobierno del estado, todo va a ser a nivel federal e internacional, porque con el gobierno del estado no se puede trabajar”.

Aseguró que han recibido cartas de apoyo de los donantes, algunos de ellos extranjeros, que han ofrecido abogar por la casa hogar ante las máximas autoridades del país.

El representante legal de “Amor para Compartir”, Francisco Bahena Cárdenas, insistió en que hay serias inconsistencias y arbitrariedades en las actuaciones de las autoridades estatales, que serán combatidas a través de juicios de amparo, juicios de nulidad ante el Tribunal de Justicia Administrativa, denuncias ante la Secretaría de la Contraloría y a través de todos los medios legales posibles.

“Nos faltan 19”

En la casa hogar, que se ubica en Montecasino, en el municipio de Huitzilac, sólo quedaron 48 niños y niñas. En hojas de colores y cartulinas escribieron mensajes para pedir que sus hermanos sean devueltos.

“Nos faltan 19”, fue la frase que en pocas horas tomó revuelo en las redes sociales, pero que fue significativa para los menores, que reclamaron a las autoridades la violación de los derechos humanos de sus hermanos, al llevarlos a la fuerza a un lugar a donde no querían estar.

Guadalupe, una menor de 16 años y quien narró haber sufrido abusos dentro del albergue del DIF, sostuvo que quiere permanecer en la casa hogar “Amor para Compartir”. Y afirmó que los niños y adolescentes tienen garantías constitucionales y “tenemos el derecho a ser escuchados y yo quisiera que fuéramos escuchados y dejaran que nosotros decidamos dónde queremos estar, porque los niños no fueron llevados por su decisión, sino obligatoriamente y eso es injusto”.

La historia de Zachary

La casa hogar tiene donantes importantes en el país y en el extranjero, y uno de ellos es el senador estadounidense por Utah, Jim Dabakis.

El político recientemente visitó el lugar y ofreció financiar la construcción del segundo piso del albergue, con la petición de que el área de dormitorios llevase el nombre de Zachary Luks, en memoria de un joven de 20 años muy apreciado por el legislador y que murió en un accidente el diciembre de 2015.

Incluso, en el sitio www.generosity.com/memorial-fundraising/zachary-lusk-memorial-mexican-orphanage-dorm--2, el senador realiza un colecta para recaudar 25 mil dólares para la construcción de los dormitorios, de los cuales hasta ayer llevaba colectado el 53% de la meta con la contribución de 17 personas.

“Esta fue mi peor Navidad cuando supe de la muerte de Zack. Yo estaba en México cuando me dieron la noticia sobre Zachary. Esa noche ocurrió un pequeño milagro. Deprimido y amargado, fui a recoger unas raciones solo. Noté en la tienda a decenas de niños con camisetas azules. Los niños eran de un orfanato en, literalmente, su único día de compras al año”.

“Al ver a los niños, en Navidad, me pregunté que podría yo hacer. Me encontré con mis tarjetas de crédito que saqué para conseguir unos regalos y 26 pizzas grandes de Domino´s pizza. La satisfacción de esos jóvenes deslumbrantes me inspiró para construir un tributo duradero para Zachary. Un complemento y camas separadas para estos 88 jóvenes en México -para el recuerdo de Zachary Lusk”.

“Estoy orgulloso contribuyendo con mi sueldo legislativo para la sesión, que es aproximadamente la mitad del coste de la adición. Estoy esperando que todo el mundo sea generoso para que podamos mejorar las vidas de estos niños preciosos y construir un monumento duradero para Zachary”, narró el legislador estadounidense en la página web para recaudar los fondos para la construcción.