En México, siete mujeres son asesinadas cada 24 horas. La violencia en sus diferentes formas, como los feminicidios, deben ser considerados como una epidemia, señaló Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Al participar en una reunión en la que el Instituto de la Mujer de Morelos convocó a presidentes municipales para construir un plan de trabajo, el funcionario federal aseveró que cada 24 horas asesinan a siete mujeres.
“La muerte implica enfermedad o accidentes, pero éstas son provocadas”, apuntó, al señalar que el problema debe ser considerado en su magnitud, por el impacto social que conlleva. Apuntó, por ejemplo, los efectos que implica el que los hijos de una mujer asesinada quedan en la orfandad.
Navarrete Gutiérrez dijo que la Alerta de Violencia Género que se decretó para ocho municipios de Morelos es una oportunidad que tiene el estado para reforzar las políticas a favor de la seguridad y la vida de las mujeres.
“Y eso es muy importante porque Morelos estaría planteando un modelo de intervención vinculado al ámbito de la prevención. La inmensa mayoría de los feminicidios tienen como antecedente actos de violencia. Muchos de los feminicidios son cometidos por personas cercanas a las mujeres, de tal suerte que el estado ya tiene identificados dónde están los desafíos, que es frenar la violencia en los ámbitos familiares”, explicó.
Apuntó como un segundo desafío para Morelos y todo el país el acceso a la justicia porque las autoridades siguen maltratando a las mujeres, las que ya fueron maltratadas, y se requiere de una fiscalía mucho más sensible y eficaz.
Informó que la próxima semana se llevará a cabo una reunión del grupo de trabajo para evaluar el seguimiento de las acciones derivadas de la Alerta de Violencia de Género.
“Es importante que se asuma como un problema de política de Estado que vincula a los tres poderes, de tal suerte que va avanzando, pero tiene que empezar a haber sentencias ejemplares a los agresores, intervenciones inmediatas cuando haya violencia a las mujeres y la convicción del estado de que hay un problema serio y prioritario en la agenda que es el de la violencia a las mujeres. No obstante que en términos generales se entiende como central la inseguridad en general, lo que se tiene que reconocer es que el estado de Morelos está en alerta de género y por eso es importante la participación de los gobiernos municipales, no sólo en ocho sino en los 33, que son el primer vínculo de respuesta y por ello tienen que cumplir su tarea de garantizar la seguridad y la vida de las mujeres”, subrayó.
El experto del Inmujeres condenó el asesinato de la ex alcaldesa de Temixco Gisela Mota Ocampo, al externar que “la violencia tiene una dimensión de una epidemia con consecuencias devastadoras para el tejido social, para la gobernabilidad democrática”. Insistió en que “si no nos evoca nada, no nos mueve el que en México se asesinan a siete mujeres cada 24 horas, entonces estamos perdidos como sociedad, como esta barbarie”.
Destacó que el estado también deberá establecer una política de atención a los hijos de mujeres asesinadas, "que son huérfanos gracias a una larga cadena de omisión de todos los órganos de gobierno. El feminicidio se ha consumado porque ha fallado la prevención, la intervención y la sanción y es tiempo de que los agresores asuman las consecuencias de sus actos".