Entrevistados sobre la forma en qué operan las agrupaciones de “piperos” independientes del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), choferes entrevistados por La Unión de Morelos dijeron que no hay una tarifa oficial por pipa y los precios dependen de la distancia.
En este sentido, refirieron que la entrega más cercana cuesta alrededor de 500 pesos y si van muy lejos, llegan a cobrar de 900 a mil pesos.
Cabe señalar que el SAPAC mantiene un convenio con los dueños de pipas y ellos deben pagar 140 pesos por cada llenado, es decir, que la ganancia que tienen es superior al 70 por ciento del precio de venta al público.
Sin embargo, para los choferes las ganancias obtenidas son muy pocas, ya que deben pagar el diesel por cada viaje, así como los alimentos y bebidas que se gastan al día y estiman que a la semana obtienen alrededor de mil 200 pesos.
Funcionarios del SAPAC cuestionados al respecto informaron que no hay una regulación y refirieron que al inicio de la administración, cuando era director Remigio Alvarez Andrés, hubo la intención de poner un aparato que contara las veces que se llenaba cada uno de los camiones, proyecto que no fructificó ante la resistencia de los operadores.
La suma de dinero que se pierde por falta de control es millonaria, toda vez que –por ejemplo– reportan el llenado de 12 pipas al día, cuando en realidad se llenan más de 100 camiones.