Los rescatistas (cuyos nombres se omiten para evitar represalias posteriores) informaron que incluso ya iniciaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) por el maltrato del que han sido objeto.
Expusieron que los socorristas fueron enviados a un curso de la Cruz Roja para una certificación, y luego de ocho meses, sin notificación formal de la benemérita, aún cuando ya hasta les habían pedido una fotografía para el certificado, la funcionaria les indicó que no habían pasado la capacitación y, por lo tanto, serían dados de baja, luego de 15 y hasta 20 años de servicio en la institución.
Destacaron que todos ellos cuentan con certificados que los acreditan como personal de atención prehospitalaria de otras instancias validadas por la Secretaría de Salud, como la Facultad de Medicina de la universidad del estado, entre otras, pero que no les quieren validar.
Los inconformes temen que se trate de un pretexto para su despido, con el fin de contratar a personas afines a la directora, pareja de Jordi Messeguer Gally, hijo del actual secretario de Movilidad y Transporte, Jorge Messeguer Guillén. Hablaron de la preocupación de que el ERUM sea invadido por personas con nula experiencia en el rescate y atención de urgencias.
“Nos ha humillado totalmente, nos dice insultos, nos trata mal, con el argumento de que no somos paramédicos certificados, aunque algunos estén estudiando”, expresaron al mostrar un documento, firmado por González Linares, en el que les informa que serán dados de baja y les pide que firmen su “renuncia voluntaria”, lo cual viola todo derecho laboral.
Destacaron que como parte de su represalia, ordena que sean puestos a barrer y trapear y les quiere quitar por la fuerza uniformes.
Además, denunciaron que la directora (quien fue activa promotora junto con su pareja en la anterior legislatura de la ley que prohíbe los animales en circos) obliga a los socorristas a bañar perros que recogen de la calle. “Nosotros no nos oponemos a realizar labores sociales, pero nuestra función es salvar vidas, no distraer recursos oficiales para esas actividades”, apuntaron.
Además, refirieron que -de manera incongruente- algunos de los perros que han sido recogidos de la calle, terminaron amarrados en las instalaciones de las oficinas de la Comisión Estatal de Seguridad donde se encuentra la base del ERUM, conocidas como Torre Morelos.
Los denunciantes, que acudieron a la reunión con el secretario de Gobierno, indicaron que al menos son nueve los socorristas que pretende despedir. Incluso uno de ellos fue instruido como enfermero en el Ejército y tiene el grado de capitán, pero tampoco le reconoce contar con la preparación.
De igual manera, expusieron que a los ocho elementos que pretende despedir, les impuso un turno de trabajo de 24 por 24 horas, en tanto que los demás tienen 24 por 48 horas: “nos dice que somos unos ineptos, nos amenazó que para el 16 de diciembre nos dará de baja por completo, que nos quitarán el uniforme a la fuerza”.
Otro elemento más denunció que algunos de ellos estuvieron retenidos por la fuerza en las instalaciones de Torre Morelos, por orden de la directora, quien les instruyó que hasta que no firmaran su renuncia, no los dejaran salir. Narró que incluso lo denigró: “Ahí nos tuvo y tuvimos que pedir la intervención de derechos humanos y cuando nos ve salir de la oficina de recursos humanos, la doctora (González Linares) se me acerca, me empuja y me dice que porqué le hablé a derechos humanos. Caminé más adelante, recibí una llamada del abogado y ahí se empieza a burlar, me empieza a decir ‘a ver los de la guardia, déjenlo salir, él no está retenido, liberen a Willie’. Y eso está asentado en un oficio presentado ante derechos humanos. Me empezó a decir ‘eres un pinche puto’ y que chingara mi madre. Todavía el subdirector le dijo ‘cálmese doctora, se va a meter en problemas’ y ya se calmó”.
“Desde entonces a la fecha nos hostiga, nos mandó al C5, pero sin posibilidad de descansar en el turno de 24 horas por 24 horas, lo que es muy agotador y lo tenemos que hacer, sino arrestan a los superiores. Son arrestos de 36 horas.”
Los socorristas pidieron que se revise el caso, pues se trata de personal con muchos años de servicio, con experiencia, dedicado a rescatar vidas y advirtieron que no van a renunciar.