A la fecha, sus familiares no tienen posibilidad de obtener una visa humanitaria, ni comprar el boleto de avión para visitarlo a la prisión de San Quentin en San Francisco, California.
Pablo Castro Zavala, presidente de la Confederación de Asociaciones y Clubes de Morelenses en Estados Unidos y Canadá, explicó que el estado de California está revisando el caso del morelense, pero el proceso va muy lento, por su complejidad (tan sólo el expediente consta de más de 20 mil fojas). No obstante, existen altas probabilidades de que se tenga una respuesta el próximo año y que se cambie la pena capital.
“Si esto no es así, se tiene contemplado acudir a un circuito a la Corte a nivel federal en los Estados Unidos para que tenga otra respuesta que se está buscando”, explicó el activista al comentar que Víctor tiene defensores de oficio y hay un bufete de abogados de la Secretaría de Relaciones Exteriores que se especializa en la pena de muerte.
“Muy caro, es muy costosa, pero la SRE tiene un programa por el cual los mexicanos condenados a la pena capital llevan una defensa por esos juristas, que han logrado que un mexicano obtuviera la permuta de la condena”, afirma.
Otro factor positivo para Miranda Guerrero y otros mexicanos, es que se analiza en el Congreso de EEUU la posibilidad de eliminar la pena de muerte.
Pablo Castro, quien visitó al morelense en la cárcel de San Quentin hace tres meses, comentó que el estado de ánimo es contradictorio, pero Miranda Guerrero tiene confianza en que se logre la permuta. Comentó que permanece en una celda de apenas tres metros por tres y no recibe visitas.
Y es que los padres de Víctor Miranda son de escasos recursos, venden fruta en un puesto ambulante en esta ciudad, no cuentan con recursos para tramitar la documentación y obtener el permiso de trasladarse al país vecino, ni cuentan con recursos para el avión y tampoco pueden obtener visa humanitaria, ya que no se ha fijado fecha para la ejecución.
El representante de dicha agrupación de migrantes comentó que se solicitó la intervención de autoridades de Morelos para apoyar a la familia y que sus padres puedan estar con él.
“Él está sentenciado por homicidio de una americana, pero él obviamente nunca se ha declarado culpable. Asegura tener testigos que vieron todo y han dicho que él no fue, pero que no fueron tomados en cuenta en el juicio, no los han traído a declarar. Por eso él tiene esperanza en que si se revisa su caso, puedan ser llamados ante la Corte como testigos clave. Él llevaba apenas dos años de haber llegado a Estados Unidos y pronto se acabó su sueño americano”, dijo Castro Zavala.
Cabe recordar que Víctor Miranda Guerrero está acusado de violar y matar a una mujer en el año 2000; él sólo encontró el cuerpo cuando iba en camino a su trabajo, asegura, y por lo tanto denuncia violaciones a sus derechos en el proceso judicial.
Al tratar de auxiliarla, sus huellas quedaron en el lugar de los hechos, pero asegura que no existen más pruebas en su contra.
Pablo Castro destacó que en este momento, aún hay tiempo para exigir que se revise el caso de Víctor Miranda y se evite la pena de muerte; a diferencia de lo que ocurrió con Édgar Tamayo, quien fue ejecutado en Texas.
Hizo énfasis en que muchos migrantes son objeto de discriminación y que en cualquier país del mundo las personas tienen derecho a la atención consular de su nación y asistencia jurídica en su idioma.