“El aliado número uno de la sociedad son los centros monopólicos del saber y son las universidades las primeras instituciones de educación superior las que se deben plantear la necesidad del diálogo”, aseguró Alejandro Vera Jiménez, durante el conversatorio denominado “El Diálogo de saberes” que se desarrolló en el Museo de Arte Indígena Contemporáneo y en el que también participaron Manuel Rozental, Fernando Vela, Miguel Albarrán y Carlos Garza en su calidad de moderador.
En el marco del coloquio internacional organizado por la iniciativa “Tejiendo voces por la casa común”, Alejandro Vera destacó que ha sido un encuentro sin precedentes, donde está manifiesto el apoyo y colaboración de diversas instituciones que se sumaron a colectivos y personajes de diferentes latitudes.
“La universidad tradicionalmente ha excluido los saberes populares y los conocimientos ancestrales, además de imponer una lógica y una visión muy particular de ver y entender la realidad y sobre todo no podemos deslindar a la universidad como una institución que hegemónicamente está sirviendo a esos poderes que buscan una lógica instrumental en su mirada y aproximación a la realidad para controlarla, manipularla y predecirla. En consecuencia, obtener los resultados de aquellas grandes agencias de financiamiento del poder científico de las ciencias positivas está planteada”, dijo Alejandro Vera.
El rector Alejandro Vera explicó que en todo proceso de aproximación a la realidad, los centros del conocimiento y del saber cómo las universidades, siempre se van a enfrentarse a tensiones dinámicas. “Esta concepción de que podemos comprender el todo, estudiando las partes en una disciplina y subdisciplina, me parece una forma muy cuestionada en nuestra institución y otras más. Hemos venido de manera reiterada avanzando, empujando y generando tensiones dinámicas al interior de nuestra institución para tomar conciencia de que ya no podemos seguir organizados en generar y construir el conocimiento sólo desde la disciplina. Ahora, necesitamos la interdisciplinariedad, acercarnos a la realidad como un todo complejo”, concluyó.
Por su parte, Miguel Albarrán y Fernando Vela hablaron acerca de la importancia de apreciar la diversidad de opiniones, ideas e imágenes que este coloquio ha permitido, así como de aquellos lugares a donde se han tenido que refugiar muchos sectores de la población que están en conflicto.
Manuel Rozental provocó a los presentes con sus planteamientos, al resaltar que “estamos desterrados y eso es igual a perder el camino de regreso. Es una locura lo que estamos viviendo, estamos desprendidos de cualquier arraigo y todo eso está capturado y se convierte en sujeto de estudio superando el sujeto y objeto. Cada palabra que se teje es un eslabón”, finalizó.
Previo a este conversatorio, se llevó a cabo el titulado “Movimientos sociales al momento de su emancipación”, en el que participaron Raúl Zibechi, escritor, periodista y activista; representantes del Centro Comunitario Chamilpan y del Movimiento La Carpa. Además de Armando Villegas Contreras, director de la Facultad de Humanidades de la UAEM.
Los asistentes coincidieron en que aún cuando estos movimientos y agrupaciones son pequeñas, locales y nuevas, influyen en los movimientos sociales, pues su participación es cada vez más evidente, además se criticó la escasa participación de las mujeres en dicho conversatorio, lo que dio lugar a diversas expresiones.