Desde el lunes pasado, la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso local solicitó el apoyo de la fuerza pública para resguardar el recinto legislativo.
Ayer, desde muy temprano, decenas de elementos antimotines se instalaron alrededor de todo el edificio de la calle Matamoros e instalaron vallas metálicas para impedir el paso de manifestantes o cualquier persona que no tuviera invitación a la sesión solemne de apertura de la LIII Legislatura.
Cuando los inconformes rompieron estas medidas de seguridad, se dio la orden de cerrar las puertas del recinto legislativo.
El presidente del Congreso local, Francisco Moreno Merino, lamentó los hechos registrados la mañana del martes, en los que fueron agredidos ciudadanos y representantes de los medios de comunicación.
Aseveró que las medidas tomadas por los elementos de seguridad del Congreso fueron para resguardar la integridad física de los presentes en el recinto legislativo que acudieron a la sesión solemne.
Se confirmó el uso de la fuerza pública, así como de extintores, para repeler a los manifestantes. Sin embargo, reiteró que "esto garantizó la seguridad de quienes se encontraban al interior del Congreso".
Por su parte, la presidenta de la Junta Política y de Gobierno, Hortencia Figueroa Peralta, aseguró que los diputados están abiertos a las demandas ciudadanas y lamentó las acciones que se emprendieron en contra de los ciudadanos que ayer se movilizaron hasta la sede Matamoros.
Sin embargo, aseveró que el Poder Legislativo será una "caja de resonancia" ante las demandas ciudadanas.