Los reductores fueron colocados el viernes pasado y hay testimonios recabados por La Unión de Morelos que revelan que fue personal de la comuna el que realizó los trabajos. Pero no sólo eso, sino que este martes también efectuaron labores de balizamiento.
Sin embargo, tras denuncias ciudadanas, se detectó que fue la empresa restaurantera “Turtux” la que pidió la colocación de los reductores y que además no contaba con los permisos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable municipal, por lo que tuvieron que ser retirados.
El secretario del Ayuntamiento, Enrique Paredes Sotelo, confirmó que no existían permisos y que personal de la Secretaría de Infraestructura Urbana, Obras y Servicios Públicos acudieron con los encargados del hotel-restaurante para que acreditaran las autorizaciones, sin embargo, no pudieron hacerlo.
Finalmente, Paredes Sotelo dio a conocer que para la colocación de topes o vibradores en las vialidades es necesaria la autorización de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del municipio y no pueden ser colocados sin permiso de las autoridades.