En conferencia de prensa, precisó que la madrugada del miércoles un hombre y tres jóvenes solicitaron ayuda a elementos de su escolta  personal que patrullaban la zona norte de Cuernavaca (donde habita el jefe policíaco) porque cerca de las 2:30 a las afueras del fraccionamiento Rancho Tetela, a la altura de la virgen, unos policías los habían agredido y despojado de sus celulares, carteras y dinero en efectivo.

De inmediato se inició una investigación interna, se requirió a empresas de seguridad privada que tienen videovigilancia en la zona y al C-5 revisar las bitácoras de patrullajes.

De esta manera, dijo, se identificó la unidad Avenger con número 00393 que era tripulada por Armando Cruz Juárez y Juan Marcelo Becerro Tlapala, quienes fueron identificados por los ofendidos.

Incluso se obtuvieron imágenes de uno de ellos en el momento en que tira al alcantarillado una las carteras presuntamente hurtadas.

Capella Ibarra indicó que las víctimas iniciaron la denuncia ante la fiscalía estatal SC1/2626/2015 por los delitos de robo, lesiones y lo que resulte, mientras que la dirección de asuntos internos inició el expediente 062/2015-03, y ordenó la suspensión de pagos a los dos elementos mientras se deslindan responsabilidades.

“Yo quiero destacar y subrayar que hay miles de hombres y mujeres trabajando en esta institución con plena convicción de lo que deben de hacer, pero también hay una cantidad importante de gente sin valores, sin convicción, sin compromiso, sin capacitación, sin el más mínimo sentido de portar con gallardía, con orgullo este uniforme policiaco”, indicó.

Sostuvo que desde hace meses dentro de la CES se inició una cruzada contra la corrupción, abusos y excesos policiacos de frente a la sociedad para poder recuperar la confianza de la ciudadanía.

Por otro lado, Capella Ibarra criticó la falta de valor y compromiso del ciudadano que la semana pasada denunció y exhibió en redes sociales un video en el que dos policías del Mandó Único adscritos al municipio de Jiutepec abrieron su auto y robaron varias de sus pertenencias.

“Esos elementos ya no forman parte de la Policía Municipal del Jiutepec ni de la familia del Mando Único. Lamentablemente el ciudadano afectado lejos de buscar justicia buscó espectacularidad, porque no hay denuncia en la fiscalía de los hechos tan lamentables, denuncia sin la cual es imposible llegar a un puerto de justicia en donde finalmente se pueda establecer la responsabilidad de los hechos que todos vimos en esta semana”.

Señaló como traidores a aquellos elementos que incurrieron en ilícitos y abusos contra los ciudadanos y destacó que a diferencia del caso de Jiutepec, en que ni denuncia formal existió del afectado, en el caso de Rancho Tetela las víctimas actuaron conforme a la ley y deber ciudadano contra aquellos que hoy no sólo avergüenzan a la institución sino a sus propias familias.

“Son además para el ánimo de la institución traidores a la misma, y quiero decirles tanto a ellos como a sus familias que nos sentimos sumamente avergonzados de los personajes a quienes de determinarse por un juez su responsabilidad, serán de forma permanente, parte de las vergüenzas del recurso humano que ha laborado en esta institución (…) Como traidores, o presuntos delincuentes se les va a tratar, no tengo el menor empacho en exhibirlos. Si a ellos no les importa la dignidad y el prestigio de sus familias a nosotros menos”, recalcó.

Llamó a los ciudadanos y, particularmente a los jóvenes para que denuncien los abusos y excesos policiacos, porque sólo así podrán limpiarse las corporaciones policiacas de malos elementos.

“No vamos de manera aislada o unilateral a limpiar la casa, necesitamos de la colaboración, la denuncia, el apoyo de la ciudadanía. Los dos elementos de Jiutepec se fueron por su propio pie, no como yo hubiese querido, consignados ante el Ministerio Público o en su momento compurgando una pena por los errores que cometieron”, dijo y señaló que por la dimensión de la descomposición de las instituciones policiacas de Morelos que no será el último caso de corrupción e ilegalidad que se registrará, y por ello es necesaria la denuncia ciudadana.