El imputado, por su parte, ha insistido que fue detenido de manera injusta, ya que primero fue aprehendido por elementos del Mando Único por posesión de droga, pero después se giró una orden de aprehensión en su contra por el delito de secuestro.
Este lunes por la tarde fue la primera audiencia en donde un agente de la Policía de Investigación Criminal indicó que Abimael fue vinculado porque a través de la Cámara de Gessell (un cuarto en donde se puede identificar al presunto responsable sin que él note quien lo observa), fue identificado por los familiares de la víctima, pero esta prueba fue refutada por la defensa, la que señala lo que se identificó fue la voz y no la persona, y que para ello tendría que utilizarse una prueba pericial especializada.
- “¿Tiene usted estudios periciales comprobables para poder identificar voces?”, preguntó ayer la defensa al testigo de cargo, quien reconoció que no estaba preparado, que él funge como investigador y no como perito.
De acuerdo a la información que obra en el expediente judicial número JO/234/2014, el pasado 20 de marzo el empresario Raúl “N” fue plagiado por tres sujetos armados y dos días después los responsables se comunicaron con la familia para exigirles pago de un millón de pesos.
En el transcurso de las negociaciones los familiares de la víctima pagaron 100 mil pesos, pero cuatro días después fueron informados por la Policía de Investigación Criminal que al parecer tenían detenido a uno de los responsables que es vecino del poblado de Atlacholoaya.
Según lo señalado en audiencias por el fiscal del caso, los familiares reconocieron a Abimael por su tono de voz, y con este elemento de prueba fue llevado a juicio.
Dos días después de su detención fue encontrado el cadáver del plagiado y según lo expresado hasta hace pocos meses, la familia seguía recibiendo llamadas del mismo teléfono celular, de donde les exigen fuertes cantidades de dinero a cambio de respetar su vida.
En la audiencia celebrada el medio día de ayer en la Sala Primera de Juicios Orales del edificio ubicado en la calle de Morrow en el centro de Cuernavaca, inició el desfile de pruebas aportadas por la Unidad Especializada en la Lucha Contra el Secuestro.
Sin embargo, la defensa ha insistido que no hay una sola prueba para que su cliente enfrente el juicio en la cárcel, ya que meses después los plagiarios seguían intentando extorsionar a la familia.
Alrededor de las 14 horas de ayer el Tribunal de Juicios Orales decretó un receso y hoy continuará el desfile de testigos, entre ellos un perito que buscará probar que sí es posible identificar a través de su tono de voz al detenido.