En punto de las 8:30 horas de este lunes, se realizó la primera ceremonia en la Plaza de Armas de Cuernavaca y la anécdota fue la falla en el mecanismo elevador que impidió izar el lábaro patrio en lo alto del asta bandera.

Más tarde, más de 200 elementos junto con su respectivos mandos policíacos, incluido el comisionado estatal de seguridad Alberto Capella Ibarra, acudieron a la Catedral, donde el vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Israel Tapia, ofreció una misa para alentar el espíritu de los agentes en activo y pedir el eterno descanso de cuatro policías que entre 2012 y 2014 fueron abatidos por delincuentes.

El clérigo sostuvo que la seguridad pública es una labor que no sólo atañe a los guardianes del orden, “como sociedad y como familia tenemos que poner nuestro granito de arena para que la seguridad vaya caminando. Y como familia la seguridad empieza ahí, en el hogar, y desde ahí se debe promover y desde ahí tenemos cada uno de nosotros que pedir que se dé, porque afuera no queremos que pase nada, que todo vaya bien, y a lo mejor ni siquiera en casa hemos solucionado este problema”.

Pidió a los elementos dar el mejor esfuerzo en su labor porque desafortunadamente ocurren situaciones que exigen la intervención policial.

“Si todos procuráramos vivir esos valores del evangelio en nuestra vida y en nuestra casa, créanme que no necesitaríamos de ustedes, no necesitaríamos seguridad porque todo mundo nos portaríamos bien y haríamos bien las cosas, pero como a veces batallamos, necesitamos mucho de ustedes. Necesitamos que ustedes estén al pendiente de las personas que más lo necesitan, necesitamos que ustedes estén al pendiente de aquellos que sufren injusticias”, dijo.

También los llamó a tener cuidado con el uso de la fuerza y estar consciente de la responsabilidad de portar un arma, la cual que no es un juguete. “Siempre que se tenga que usar, utilícenla siempre con el corazón y con la mente para que no vayan a tener después alguna dificultad por el uso indebido, por el mal uso”, indicó. La ceremonia religiosa concluyó con aplausos.

Minutos después, los elementos se integraron en formación en el atrio de la Catedral, donde nuevamente el comisionado estatal de Seguridad Alberto Capella Ibarra reconoció la labor de los policías honestos y leyó la cartilla a los elementos presentes, con la advertencia de cualquier oficial que se corrompa y vincule con la delincuencia será castigado con todo el peso de la ley.