Como parte de la llamada Acción global por Ayotzinapa, este 5 de noviembre, continuaron las movilizaciones en Morelos -como en muchas ciudades del país e incluso en el extranjero- en reclamo de justicia por los hechos violentos de Iguala del pasado 26 de septiembre en el que resultaron muertos 6 normalistas y 43 desaparecidos.
Al medio día, un grupo de casi dos centenares de alumnos de la normal urbana de Cuautla, a bordo de autobuses, se trasladaron hasta la explanada de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y al Calvario en el centro de Cuernavaca, donde caminaron hasta el zócalo de la ciudad.
En sus intervenciones, pobladores de Amilcingo que participaron en el grupo agradecieron las muestras de solidaridad y recordaron que entre los jóvenes que no han sido localizados, se encuentra José Luis Luna Torres originario de ese pueblo de Temoac Morelos, quien cursaba el primer grado en la normal de Ayotzinapa.
"Vivos se los llevaron y vivos los queremos, que así los presenten", reclamó el joven vocero de la normal de Cuautla quien invitó a la ciudadanía a sumarse para manifestarse en contra de las atrocidades que "comete el gobierno, sabemos que el gobierno del estado tiene capacidad de exigir al federal, queremos que este gobierno del estado sepa que también a él le exigimos la aparición de los 43 normalistas y entre ellos de nuestro compañero de Amilcingo".
También hizo notar que la consigna es que aparezcan los más de 27 mil desaparecidos que hay en nuestro país desde el 2005 a la fecha. "Esto es una muestra de la política represora que vivimos los estudiantes, en esta ocasión tocó lamentablemente a la normal de Ayotzinapa, una escuela donde las precariedades son cosas que se viven día con día, como sucede en otras escuelas normales y otras escuelas públicas... Es la negativa del poder de dar educación como estado a los jóvenes y a los niños".
También destacó que "hay otras universidades que están siendo atacadas, como el Instituto Politécnico Nacional, y otras, no debemos entender los casos como luchas aisladas, sino como una agresión a los estudiantes y al pueblo".
Por la tarde, otro contingente de organizaciones que pertenecen al Pacto por la Soberanía energética, alimentaria y por los derechos constitucionales de las y los trabajadores, marcharon en la calles del centro de Cuernavaca, con la misma exigencia y con la advertencia, de que seguirán las manifestaciones hasta que se haga justicia y sean presentados con vida los normalistas.
También marcharon familiares de víctimas de asesinatos y desapariciones. Angélica Rodríguez Monroy, madre de la joven Viridiana Morales Rodríguez, estudiante de la universidad del estado desaparecida desde hace más de dos años, expresó que de nueva cuenta se sumaron a la marcha como un reclamo de que "esto ya no debe suceder. Es un cinismo claro de las autoridades, la impunidad con la que se manejan. Desaparecieron 43 normalistas, pero no son sólo ellos, son miles. Pedimos un ya basta, y queremos resultados. Qué lástima que tuvo que suceder esto para que todo el país se movilice, pero no debió pasar, y ahora la pregunta que hacemos a la presidencia es ¿hasta cuándo van a estar nuestros hijos de regreso? es un clamor generalizado y queremos resultados. Comprendemos y en ese dolor tan grande de no saber dónde están nuestros hijos, somos hermanos, perfectamente entiendo lo que ellos están viviendo y por eso estamos aquí".
Por su parte, más de dos centenares de comunidades eclesiales de base, caminaron vestidos de blanco con veladoras encendidas y en silencio marcharon este mismo miércoles en el centro de Cuernavaca desde El Calvario, hasta la catedral, donde el obispo de la Diócesis, Ramón Castro y Castro, ofició una misa por la paz y por el regreso con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El sacerdote Ángel Sánchez Campos, párroco de Guadalupe en Acapantzingo, explicó que en esta manifestación pacífica participaron feligreses de diversas parroquias de esta ciudad y de municipios de la zona metropolitana del estado. "El motivo es por el hecho ya bien conocido, la desaparición de estos jóvenes, el obispo nos hizo un llamado hoy a celebrar una eucaristía en catedral y decidimos antes de llegar, hacer una presencia silenciosa, con ésta procesión, con velas como signo de que tenemos esperanza de que los 43 normalistas estén vivos, hasta que no sepamos lo contrario, seguiremos esperándolos vivos".
Mencionó que por otro lado "los grupos son de comunidades eclesiales de base y de diferentes parroquias, para sumarse a favor de la paz". Añadió que este grupo de católicos han hecho cartas y un pronunciamiento de solidaridad con las familias para que en medio de esta tragedia se sientan acompañadas y fortalecidas.