Lo anterior, luego de que por segunda ocasión Rosas Pérez promovió un juicio de amparo contra la resolución del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje que reconoce la legitimidad del sindicato para impulsar la demanda laboral.
El líder del sindicato, Jesús Millán Toledo, lamentó la acción del magistrado –cuya investidura como presidente del Tribunal Superior de Justicia está en duda- por tratar de obstaculizar el juicio laboral iniciado en septiembre del año pasado, por la negativa de conceder la basificación a empleados sindicalizados del TSJ.
“Ya la autoridad laboral dijo que el sindicato sí está legitimado en el juicio, pero lamentamos que existan abogados que se presten a chicanerías con tal de no respetar los derechos de los trabajadores”, dijo.
Según Millán Toledo, alrededor 300 trabajadores no cuentan con su plaza, pero sólo una parte de ellos decidió promover la demanda para exigir su basificación, en virtud de que la carencia de ésta les impide acceder a beneficios como el resto de los burócratas, como la obtención de préstamos en el Instituto de Crédito para los Trabajadores del Gobierno del Estado, cuya institución exige comprobar ser trabajadores basificados