Ante los avances del proyecto del viaducto elevado, según ha anunciado el gobierno de Cuernavaca y las posibilidades de que en las próximas semanas se pueda saber si la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) aprueba la obra, concesionarios dijeron que es lo que hace falta en la ciudad para evitar los “cuellos de botella” que retrasan la circulación de sus vehículos.
Aurelio Carmona Sandoval, presidente de la agrupación Rutas Unidas, informó que buscarán un acercamiento con autoridades capitalinas para solicitarles tomen en cuenta al transporte público en el proceso de edificación del segundo piso, y se consideren vías alternas que no compliquen más el tránsito vehicular.
Propuso que las obras se realicen por las noches o bien que haya vías alternas que no modifiquen mucho la ruta que tiene predeterminada cada unidad del transporte colectivo.
“Sólo pedimos que se nos tome en cuenta cuando se lleve a cabo la planificación de toda la edificación, que se construya por las noches, que no dejen residuos de la obra y que se habrán otras calles para que los que circulamos por la avenida Plan de Ayala tengamos más opciones de por donde pasar”, añadió.
Aunque el ayuntamiento de Cuernavaca no ha informado de los planes de construcción del segundo piso, el secretario de Obras Públicas Manuel Rodríguez Cota ha dicho que sí se abrirán vías alternas en el proceso y se buscará siempre que por lo menos haya un carril abierto.
Para hacer más ágil el tránsito de vehículos, también se considerarán horarios adecuados para las obras y desahogar la avenida Plan de Ayala mediante la reubicación de comercios, entre otras estrategias.