Los familiares de la menor ayer mostraron su irritación cuando fueron informados que la audiencia sería privada, pues uno de ellos reclamó airadamente a los agentes de seguridad del Poder Judicial al señalar que el juez se tomaba atribuciones que no le otorgaba la ley, pues una de las características de los juicios orales es la publicidad, principio que se estaba violentando con tal de no permitir que la opinión pública se enterara de lo que se ventiló en el juicio oral.
En la calle Morrow del Centro de Cuernavaca, frente al edificio donde se llevaba a cabo la audiencia, familiares de la menor señalaron que son muchos los casos de abuso sexual de los que ellos tienen conocimiento; sin embargo –dijeron– la mayoría de las víctimas tienen miedo a presentar la querella correspondiente.
“Tenemos conocimiento, aunque son sólo rumores, de que (el pastor) viene huyendo de Guerrero hace más de 15 años y por el mismo motivo, pero allá la cosa se le complicó porque estuvieron a punto de lincharlo”, agregó una de las manifestantes.
En la audiencia de ayer participaron tres testigos, cuyas identidades no se dieron a conocer, pero los familiares de la víctima indicaron que dos de ellas son mujeres muy cercanas al pastor y que es sabido por sus conocidos que presuntamente sostiene relaciones amorosas con una de ellas.
Señalaron que Rodrigo “N” es pastor de una iglesia cristiana que se ubica en la calle 21 de Noviembre de la colonia Flores Magón, en Cuernavaca, donde incluso en los últimos meses le organizaron al ministro de culto cooperaciones porque padece de una enfermedad crónica.
A pesar de que el personal del juzgado tenía instrucciones precisas de no dar información sobre lo que sucedió en la audiencia de ayer, trascendió (por informantes que pidieron no dar a conocer sus nombres) que la Fiscalía presentó testigos, con lo que acreditó las testimoniales de la víctima que decía que el pastor le hacía creer que la tocaba “por mandato de los ángeles”.
La defensa particular del imputado trató de echar abajo las testimoniales, al asegurar que no se le podía dar crédito a las evidencias.
Por ser acusado de un delito grave que se sanciona hasta con ocho años de prisión, Rodrigo “N” no tiene derecho al pago de una fianza y tiene que permanecer en prisión por lo menos 12 meses, que es el tiempo que podría durar el proceso.
La audiencia terminó alrededor de las 16 horas de este viernes, después de que rindieron su declaración tres personas y se dio lectura a otras pruebas periciales que obran en la carpeta de investigación.