De manera inusual y contra la costumbre adoptada desde 1999 de elegir cada dos años al titular del tribunal el 17 mayo –día en que fue electo y asumió funciones el primer presidente del TSJ bajo las reglas de la actual Ley Orgánica del Poder del Estado de Morelos- Lara Chávez adelantó la fecha y convocó para este miércoles 14 mayo a sesión solemne extraordinaria de Pleno, cuya orden del día contempló sólo dos puntos: la elección de magistrado presidente y la respectiva toma de protesta.
De acuerdo con el artículo 33 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Morelos, “el Presidente del Tribunal Superior de Justicia será electo en votación secreta de los Magistrados del primer Pleno solemne que se celebre durante el mes de mayo y de cada año; durará en su cargo dos años pudiendo ser reelecto”, sin embargo, desde hace tres lustros la elección se realizaba 17 de mayo, día en que culminaba el nombramiento del presidente saliente.
Según las invitaciones distribuidas por el TSJ a representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, se preveía que este viernes 16 mayo -y no el sábado 17- se realizaría la sesión solemne en la que Lara Chávez presentaría su segundo informe de labores y se efectuaría la votación para su perfilada reelección, en virtud de que ninguno de su grupo de correligionarios o del grupo de magistrados disidentes habían expresado -por lo menos públicamente- su deseo por contender por la presidencia.
Sin embargo, ayer por la tarde el escenario cambió y algunos magistrados fueron notificados de la convocatoria para que el Pleno sesione esta mañana de manera extraordinaria expresamente para consumar la elección de magistrado presidente y la toma de protesta, lo cual causó desconcierto no sólo por adelantar la fecha sino porque esto implica algunas contradicciones.
Y es que según el orden del día, el magistrado que resulte electo presidente entrará en funciones el 18 de mayo próximo y concluirá su periodo el 17 de mayo del 2016, sin embargo, este mismo 14 de mayo se le tomaría protesta al electo, lo que significaría tener dos presidentes o, en caso de reelección de Lara Chávez, no habría terminado oficialmente su periodo y ya habría tomado protesta por otro más.
Entrevistado vía telefónica, el magistrado disidente Andrés Hipólito Prieto, manifestó que es una “convocatoria extraña”, cuya clara intención es dar un “albazo” o “madruguete”.
“Es completamente sorpresivo, elegir así a un nuevo presidente adelantando los tiempos, yo siento que esto es una muestra más de opacidad y de la intervención de agentes extraños al TSJ”, expresó.
Sostuvo que la magistrada presidenta había expresado públicamente que los aspirantes debían exponer un proyecto de trabajo pero en los hechos cerró esta posibilidad y actuó ventajosamente.
“Creo que es ventajoso, sorpresivo y que rompe con los cánones democráticos, no hay equidad y se ha utilizado todo el aparato administrativo de la institución para buscar arreglos y acuerdos sobre todo con agentes extraños al tribunal”, recalcó.
Dijo que evaluaría si asiste o no a la sesión solemne extraordinaria de Pleno –la cual será pública- en virtud de que es un acto ilegal y antidemocrático.
Hipólito Prieto recalcó que resulta más sospechoso que Lara Chávez convoque en estos términos a una sesión para elegir presidente del TSJ, cuando desde hace casi dos meses el Pleno no se reúne para atender pendientes por omisión o por falta de interés de la propia magistrada a pesar.
Este medio informativo contactó vía telefónica a la magistrada presidenta del TSJ, Nadia Luz Lara Chávez, para que ella expresara su opinión pero dijo estar ocupada y que más tarde se comunicaría. Hasta el cierre de edición no había respuesta de Lara Chávez.