Eran decenas de militantes del PRD, PT y Morena que sobre la calle Matamoros con reclamos, exigencias y canciones populares pidieron a los diputados votar en contra de la minuta de la reforma energética. Esperaban que sus diputados se pusieran a trabajar en el asunto antes de que la mayoría de los estados aprobaran la reforma.
Conforme pasaban las horas, los reclamos se enardecían sobre la calle Matamoros. En el pleno algunos diputados, distraídos aún en sus actividades dominicales, entraban y salían sin posicionarse en sus curules.
Algunos otros, los menos, aún alistaban las leyes de ingresos que tuvieron en sus manos desde hace más de un mes.
A las 2:33 de la tarde fue reanudada la sesión iniciada el miércoles pasado. Sin muchos peros, los diputados aprobaron el Paquete Económico 2014.
Después de 30 minutos, un nuevo receso se declaró en la sesión maratónica iniciada desde 11 de diciembre.
Avanzaban los minutos y las caras de los diputados parecían más de preguntas que de respuestas...aún no estaban listos los dictámenes de las leyes de ingresos municipales porque tras varias semanas aún sesionaba la Comisión de Hacienda.
Empezaron con la ley de Ingresos de Atlatlahucan, siguió Axochiapan y parecía fluida la asamblea cuando se sometió a votación la de Coatlán del Río y un nuevo receso se solicitó ante el pleno.
Los panistas y priístas lograron nueve votos en contra de la ley de Coatlán del Río y por mala coordinación no se lograron los 20 votos necesarios para aprobarla. Presuroso, el presidente de la Mesa Directiva suspendió la sesión y pidió la presencia del diputado Joaquín Carpintero Salazar para lograr la votación necesaria.
Lo anterior obligó a un nuevo receso, por la inconformidad de algunos legisladores ante tal acción. Se suponía que el receso duraría media hora y suponían también que sería para revisar los dictámenes que aún desconocían la mayoría de los legisladores.
El último receso de la sesión duró lo mismo que el partido de la final de fútbol mexicano. Mientras, el salón de plenos se convirtió en un lugar de esparcimiento, en el que algunos veían el partido América-León, otros jugaban en su tablet, otros comían y unos más platicaban.
Todo se logró, menos acuerdos, en un receso de casi dos horas. Los diputados regresaron y votaron nuevamente la ley de ingresos de Coatlán del Río, que esta vez sí se aprobó con 20 votos a favor y ocho en contra.
La noche se volvió bohemia: "alma de mi alma que linda eres tu" se escuchaba a lo lejos, desde el cerco afuera del Congreso en contra de la reforma energética que cumplió 17 horas.
Su protesta fue innecesaria porque antes de la 1 de la mañana se habían logrado los 17 votos necesarios del mismo número de entidades para lograr la aprobación de la reforma constitucional.
La sesión de clausura del 15 de diciembre inició minutos antes de las 12 de la noche, e inmediatamente se declaró un receso por el asunto de la reforma energética. Concluyo pasada la una de la mañana, con más de 20 dictámenes desahogados de la Comisión de Puntos Constitucionales y la molestia evidente de Juan ángel Flores Bustamante porque al final no se discutió -por innecesaria- el tema de la reforma energética. Sin embargo, el legislador perredista aprovechó para criticar a su homóloga panista Amelia Marín Méndez, a quien tachó de corrupta y aseguró que hizo trampa en la rifa organizada por el Congreso para que los trabajadores a su cargo salieran favorecidos. La Diputación Permanente tomó protesta de su encargo mientras los gritos y las canciones afuera del recinto de Matamoros continuaron en una larga jornada que, para beneplácito de los reporteros asignados al Congreso, llegó a su fin.
Política
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Con una sesión larga y con muchas aprobaciones los diputados cerraron su labor del año
Los gritos se escuchaban a lo lejos, al interior de un salón de plenos frío y vacío, que más tarde sería testigo de la sesión más larga y "productiva" del año para la LII Legislatura.
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