Tania Berenice Ulloa Zamora, abogada de los policías estatales: Macedonio González Montesinos, Guillermo González Guerrero, Rodolfo Cuervo Pérez y Aurelio Iglesias Palomino, expresó que mientras ellos laboraban el pasado 12 de noviembre, la Tercera Sala del TCA concedió la suspensión para efecto de que pudieran continuar en funciones y no se ejecutara la resolución del 15 de octubre del Consejo de Honor y Justicia de la Secretaría la Seguridad Pública sobre su despido, por reprobar una de las cinco pruebas que incluye el examen de control de confianza.
Sin embargo, el 13 de noviembre, cuando se presentaron a trabajar a la Base de Palo Escrito de la Policía Preventiva Estatal en el municipio de Emiliano Zapata con la copia de la suspensión concedida por el TCA, el comandante Eduardo Rivera Aparicio no los dejó ingresar a su área de trabajo argumentando que habían sido cesados.
La litigante destacó, que en el momento en que fue concedida la suspensión los elementos laboraban de manera habitual; incluso su último recibo de nómina está fechado el 15 de noviembre, lo que demuestra que al momento de concedida la suspensión por el TCA estaban en funciones y por tanto la Secretaría de Seguridad
Pública estatal no sólo está obligada a cumplir con el mandato judicial, sino que habría incurrido en desacato por no permitir que los policías estatales continuaran laborando hasta la resolución del juicio de nulidad TCA/3AS/138/2012 promovido ante al tribunal administrativo.
Ulloa Zamora explicó que existen una serie de irregularidades procesales en el despido ordenado por el Consejo de Honor y Justicia, además de violaciones a los derechos humanos de los policías, algunos de ellos con varias décadas de servicio en la corporación, porque los exámenes de control de confianza les fueron practicados inadecuadamente.
Resaltó, que los cuatro elementos fueron cesados porque reprobaron la prueba del polígrafo, y en contraste, aprobaron las evaluaciones médica, psicológica, socioeconómica y toxicológica.
Indicó, que la prueba de polígrafo es un medio de evaluación “subjetivo” e inexacto que no refleja la realidad, y destacó que los elementos policíacos son sometidos a esta evaluación en condiciones inadecuadas.
“Los policías son enviados al polígrafo terminando su turno, sin descansar, sin comer, sin dormir, con estrés, y durante cuatro horas los mantienen en una sola posición, conectados a un aparato, son sometidos a interrogatorios, a presiones, son acusados, intimidados, y bajo estas condiciones cómo van a pasar la prueba”, afirmó, al señalar que presentará un recurso ante el TCA por la violación a la suspensión en la que incurrió la SSP.