Tras agradecer la presencia de los asistentes, entre ellos el maestro Víctor Manuel Contreras; el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Jesús Alejandro Olvera Jiménez, y el secretario de Salud en Morelos, Carlos Eduardo Carrillo Ordaz, quien asistió con la representación del gobernador, Marco Antonio Adame Castillo, el alcalde de la capital morelense, enalteció las aportaciones que el doctor Javier Castellanos ha realizado a lo largo de su amplia trayectoria profesional, a la ciencia médica no sólo de México sino del mundo, principalmente en lo que a trasplantes se refiere. “Es un ejemplo de esfuerzo y dedicación que ha redituado en un sinfín de logros dentro de su desempeño profesional”, dijo.
A su vez, María Guadalupe Hernández Álvarez, quien fuera paciente del doctor Javier Castellanos, agradeció a nombre de todos aquellos que han logrado superar sus problemas de salud, la ética y profesionalismo del galardonado.
Durante el evento, escenificado en el atrio del Museo de la Ciudad, Castellanos Coutiño, quien estuvo acompañado por su esposa, Guadalupe Coello y sus hijos Claudia, Francisco, Patricia y Eduardo, refirió que como hombre de ciencia le enorgullece saber que el desarrollo técnico actual es extraordinario, admirable y promisorio, “pero resulta preocupante cuando esto sucede en una sociedad cuyo desarrollo humanístico no corre a la misma velocidad ni en el mismo sentido, y no sólo eso, sino también porque somos testigos de un deterioro franco de sus cimientos que son sus valores.”
Fustigó que en un ambiente donde cabalga la superficialidad, la violencia, la corrupción y la impunidad, pareciera que la vida no vale nada y que el dinero, a costa de lo que sea, es el gran motor de la conducta. Javier Castellanos, miembro fundador de la Asociación Mexicana de Cirugía General, presidente de la Sociedad Panamericana de Diálisis y Trasplantes y residente de Cuernavaca desde 1976, dijo que como individuos, padres de familia, miembros de la sociedad, profesionistas, líderes, “como instituciones y como país, tenemos, y pronto, que profundizar en la necesaria recuperación de nuestros valores, en desarrollar la cultura del autorespeto, del respeto a la naturaleza, a la vida toda, al ser humano”.
En este sentido, consideró que dentro del arsenal terapéutico, por supuesto que se encuentra la educación, misma que “es el antibiótico de amplio espectro al que con frecuencia recurren políticos y expertos responsables de la misma en sus distintos ámbitos”. Tras una serie de interrogantes respecto a si en realidad la educación actual funciona en México, el galardonado afirmó que a los mexicanos y sólo a ellos, corresponde decidir el país que realmente quieren. Por ello convocó a sumar voluntades, a caminar de la mano como sociedad para avanzar hacia la equidad y la justicia, “ya que no hay problema que no podamos resolver juntos y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos.”
En su oportunidad, el Oficial Mayor del gobierno de Cuernavaca, Jorge Arturo Olivares Brito, brindó una semblanza de la vida de Javier Castellanos, nativo de Chiapas, quien realizó su residencia en cirugía general y oncología en el Hospital “20 de Noviembre” del ISSSTE, en donde además de ser jefe de residentes, fue galardonado como el mejor residente de cirugía. Impartió cátedra en la Facultad de Medicina de la UNAM y posteriormente se le nombró como primer presidente de la Federación Iberoamericana de Trasplantes.
Ha sido fundador de programas de cirugía y trasplantes en México y en el extranjero, por lo que en septiembre de 2000 recibió de la Internacional Trasplant Society en la ciudad de Roma, la medalla Milenio como “Pionero de trasplantes del mundo”.