Durante una rueda de prensa, el constructor José Evaristo Silva Bandala dijo que "somos mucho más que un problema entre comerciantes y el cabildo. En estos momentos se invierten en diversos rubros como vivienda, obras, infraestructura, cientos de millones de pesos que generan empleo e ingresos para los lugareños, pero observamos con preocupación lo que está pasando".
Estimó que la tranquilidad está en riesgo y el nombre de Temixco es sinónimo de inestabilidad, de ahí la urgencia de encontrar una salida a la confrontación de intereses e ideas.
En tanto, el empresario hotelero José Vargas Valero destacó que se observa de parte del Ayuntamiento y del alcalde, Nereo Bandera Zavaleta, voluntad para dialogar con la contraparte, pero admitió que son muchas las manos que ya están metidas en ello, particularmente desde el Congreso local.
María Alejandra Vallejo, ayudante municipal de la colonia Los Presidentes, reclamó la salida de agentes externos en el conflicto y estimó que el edil debe contar con la suficiente autonomía como para decidir el destino del proyecto en referencia.
Destacó que los temixquenses son los más afectados por todo esto, porque en su mayoría quienes protestan no son lugareños, vienen de otros municipios o hasta de entidades vecinas.
El ex regidor Héctor Cruz Gutiérrez consideró que el proyecto está bien planeado e intenta dignificar el lugar, tanto para comerciantes como para consumidores, haciendo énfasis en que actualmente es un peligro, especialmente por la irregular introducción de cables eléctricos y tanques de gas que pueden generar un desastre en cualquier momento.