Riña entre particulares, y no un secuestro, motivaría una presunta actuación irregular de la Policía municipal; continúan indagatorias oficiales.
No fue un caso de secuestro sino una riña entre particulares por la presunta compra-venta fraudulenta de un vehículo lo que motivó la presunta actuación irregular de la Policía Municipal de Cuautla, cuya corporación quedó bajo sospecha mientras se desarrolla la investigación penal y administrativa por los hechos ocurridos el pasado 11 de enero.
Así lo dieron a conocer el secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas; José Antonio Ortiz Guarneros, titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES); y el fiscal estatal, Uriel Carmina Gándara, a cuatro días de los acontecimientos.
De acuerdo con la versión oficial del gobierno del estado, “la investigación preliminar del caso, arroja que no se trató de un caso de secuestro o privación de la libertad, sino de un conflicto entre particulares que derivó en hechos violentos y deficientes procedimientos policiales que ya han sido denunciados”.
El secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, refirió que las bitácoras de radio, los reportes del Informe Policial Homologado (IPH) y diversos testimonios contradicen la versión del director operativo de la Policía Municipal de Cuautla, Isael Pliego Nieto, quien aseguró que los agentes municipales actuaron como consecuencia del reporte de detonaciones de arma de fuego y la petición de auxilio por un presunto secuestro, y denunció que supuestamente altos mandos de la CES habrían dejado libre a los supuestos secuestradores y detenido a las víctimas.
Sostuvo que lo dicho por el jefe policíaco es contrario a la información recabada en la investigación en curso, pues nunca ocurrió el secuestro pero sí una riña entre particulares, en la que ambos bandos se amenazaron con armas de grueso calibre.
“Resultado de las investigaciones hasta ahora realizadas, se establece preliminarmente que personas provenientes del Estado de México acudieron a un taller mecánico ubicado en la colonia Iztaccíhuatl de Cuautla a buscar a la persona que les vendió un vehículo tipo Bora de color rojo, modelo 2008, para reclamarle porque presentaba fallas mecánicas.
“Ante la inconformidad de los compradores, se generó una riña con integrantes del mencionado taller, que dio como resultado que uno de los compradores provenientes del Estado de México, sacara de su vehículo tipo Aveo, color blanco con una franja azul, un arma tipo AK-47, conocida como cuerno de chivo, con la que amenazó a los trabajadores del taller, siendo un trabajador del mismo que sacó un arma corta con la que amagó y desarmó a los primeros agresores, además de golpearlos varios familiares del dueño del establecimiento.
“Del conflicto suscitado, se solicitó apoyo de la policía uniformada; cuando los elementos municipales llegaron al lugar de los hechos, un grupo de 20 a 25 personas entregaron a los policías a quien portaba el arma larga, persona que presentaba visibles huellas de violencia, y también les entregaron el arma corta, lo que contradice la versión pública narrada a los medios de comunicación por el director operativo de la policía municipal”, detalló el responsable de la política interna.
De acuerdo con Ojeda Cárdenas, la versión ofrecida por el jefe policiaco fue para intentar encubrir actos irregulares de los agentes municipales, como allanamiento de un inmueble sin orden de cateo y justificación; hurgamiento y robo superior a los 700 mil pesos en efectivo; daños al inmueble; detención de dos personas sin encontrarse en alguna de las hipótesis de flagrancia y violaciones al debido proceso.
Dijo que la investigación en curso busca llegar a la verdad histórica de los hechos y establecer las responsabilidades tanto de los elementos como de quienes participaron en la riña, y para generar las condiciones para integrar la indagatoria, Gamaliel González Ravelo fue separado como comandante del Mando Coordinado en el Municipio de Cuautla, y la CES emitió un oficio dirigido al alcalde, Jesús Corona Damián, para que proceda de igual forma con su director operativo de seguridad, Isael Pliego Nieto.
“No podemos aceptar conductas que (son) contrarias a los preceptos de legalidad con las que deben regirse las corporaciones morelenses y que lejos de hacer prevalecer el estado de derecho, violenten las garantías individuales de la ciudadanía.
“Reprochamos estas acciones y el intento de cubrir actuaciones ilegales que afectan a la sociedad en su conjunto y que entorpecen la procuración y la impartición de justicia”, afirmó y sostuvo que, en el ámbito de su competencia, interviene en el caso la Dirección General del Asunto Internos de la CES y las fiscalías estatal y General de la República.
El titular de la CES, José Antonio Ortiz Guarneros, reprochó que se le haya dado crédito a la versión del jefe policíaco, “porque nadie se esperó a que hubiera una investigación” pero ahora será la Dirección de Asuntos Internos y las autoridades competentes las que determinen si hubo o no irregularidades y la imposición de responsabilidades.
Informó que los comandantes de la CES Gamaliel González Ravelo, Ángel Landa Hernández y Raúl Gómez, esté último responsable del área de inteligencia y conocido con el mote de “El Piloto”, fueron suspendidos temporalmente para ser investigados por su intervención en el operativo y las acusaciones realizadas por el director de la policía municipal, Isael Pliego Nieto, quien también ya fue suspendido de sus funciones, según le conformó el propio edil.