El sistema contempla el ordenamiento de los centros penitenciarios, destaca el capacitador.
El estado de Morelos se prepara para ser el referente del nuevo sistema de ejecución penal, ya que tiene las condiciones para constituirse como una entidad modelo a nivel nacional, como ocurrió con la instrumentación del Sistema de Justicia Penal oral, indicó Miguel Sarre Iguíniz, capacitador de Justicia de Ejecución Penal.
Afirmó que la que formación de los jueces morelenses en el sistema acusatorio los pone como líderes para instrumentar adecuadamente el nuevo sistema de ejecución penal, pues han adquirido experiencia y porque se generó una sinergia entre las instancias que intervienen, es decir, entre la dirección de las cárceles locales y el centro de reinserción social de Atlacholoaya, el juez de Ejecución, la defensa, el Ministerio Público y la sociedad civil.
Dijo que lo más importante del sistema de ejecución penal es que los centros funcionen con legalidad, donde se cumplan las penas con cabalidad, con respeto a los derechos humanos, con un plan de actividades para los detenidos, sin privilegios y sin abusos por parte de las autoridades o los mismos internos.
Miguel Sarre destacó la función de los juzgadores en la implementación del sistema, ya que “el papel del juez es decidir, en este sentido, las garantías de legalidad para los internos y, por otro lado, ver a la autoridad administrativa como auxiliar. El Poder Judicial le dará intervención a las autoridades penitenciarias, a la defensa, al MP, a los visitantes y a las organizaciones civiles para que funcionen como reloj de acuerdo a sus responsabilidades”.
En este ordenamiento de los centros penitenciarios, resaltó, las decisiones del Poder Judicial van a obligar al Ejecutivo a organizar las prisiones, pero las decisiones del Tribunal Superior de Justicia no serán de manera oficiosa, se darán con las intervenciones de todos los actores, como es el caso de los defensores y los agentes del Ministerio Público.
“Se tiene que poner orden y parar la violencia en los centros penitenciarios, donde los internos fuertes dominan a los débiles y la función del Poder Judicial es limitar esa dominación a través de decisiones judiciales”, agregó.