La necropsia indica que Moisés Fabila Reyes murió por un infarto y su cuerpo no presentaba huellas de golpes o tortura, señala el fiscal general.
El fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, afirmó que no existen indicios de que el párroco de la Basílica de Guadalupe (cuyo cadáver fue localizado en el municipio de Emiliano Zapata) haya sido secuestrado y asesinado en Morelos.
Luego de que trascendió la identificación de prelado Moisés Fabila Reyes (a quien hallaron sin vida este domingo y posteriormente fue entregado a su hija Elizabeth “N”), precisó que la necropsia indica que el hombre falleció por un infarto y no presentaba huellas de golpes o tortura.
Cuestionado sobre la versión de que el clérigo fue secuestrado para pedir rescate a la familia, informó que “en la fiscalía no tenemos por el momento una denuncia ni tampoco no tenemos ningún dato que nos arroje la existencia de ese ilícito”.
Indicó que no se tomó ninguna declaración a la familia de la víctima y sostuvo que la institución centró la integración de la carpeta de investigación en el hallazgo del cadáver.
Carmona Gándara expresó que hasta ahora sólo sabe que la Subprocuraduría de Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) tiene abierta una investigación (presuntamente por el secuestro del prelado en la Ciudad de México), pero dijo desconocer su contenido y los hechos denunciados.
Sin embargo, aseguró que hay disposición a colaborar con la autoridad federal en las investigaciones que hagan falta, “pero debo ser enfático en que en Morelos no se encuentran datos que se haya ejecutado un delito de secuestro ni tampoco de homicidio”, en agravio al sacerdote.
A través de un comunicado, la FGE insistió en que “no cuenta con denuncia alguna por algún hecho delictivo que involucre a Moisés Fabila Reyes, ni se cuenta con información que determine si fue o no privado de la libertad como se ha difundido.
“No obstante lo anterior, esta Institución estará atenta a cualquier solicitud de colaboración para apoyar a dependencias estatales y/o federales en el esclarecimiento de estos lamentables acontecimientos”.
La Arquidiócesis de México lamentó el deceso del clérigo, que oficiaba misa en la Basílica de Guadalupe, y envió condolencias a su familia.