Los candidatos presidenciales divagan dos horas sobre temas de corrupción e inseguridad en el primero de los tres encuentros programados

El primer debate de la contienda presidencial 2018 estuvo marcado por señalamientos, invectivas y evasiones a las preguntas centrales planteadas a los cinco participantes, algunas de cuyas propuestas rayaron en el ridículo, como cuando Jaime Rodríguez Calderón dijo que cortaría la mano de los que roban o que la educación preparatoria la impartirán militares.

Con un formato que buscó dar agilidad al programa, los moderadores interrogaban a los candidatos después de sus intervenciones y estos usaron el tiempo total por bloque que se les asignó y que para varios resultaba insuficiente.

A la lluvia de señalamientos y preguntas recibidas por sus rivales, Andrés Manuel López Obrador terminó por contestar con una hoja que exhibía resultados de las encuestas que marcan su tendencia, y fue solo hasta el final cuando negó las acusaciones de José Antonio Meade en relación a que hay registros de tres departamentos a su nombre. “Si existen se los regaló”, dijo el Morenista, aunque su rival insistió hasta el final en el dato.

El debate se transmitió desde el Palacio de Minería de la Ciudad de México y la organización llevada a cabo por el Instituto Nacional Electoral con la anuencia de los equipos de los candidatos no impidió que los datos y propuestas brillaran por su ausencia, pues la primera parte del debate lo acapararon los señalamientos mutuos sobre actos de corrupción.

El candidato independiente aprovechó el momento para promocionar un número telefónico de celular a fin de que le escriban sus seguidores, mientras quedaban en el aire las respuestas a preguntas sobre como combatir con efectividad la inseguridad o la corrupción.

Los ataques personales llegaron a niveles como cuando el candidato priista mostró una imagen de un ex gobernador por simular operaciones que le redituaron ganancias ilícitas que hoy lo tienen prófugo de la justicia, para luego decir que había otro que hizo lo mismo pero no está prófugo, y mostrar una fotografía de su contrincante Ricardo Anaya, quien a su vez aprovechó mucho de su tiempo para cuestionar conductas inadmisibles a López Obrador, a quien le exigió una y otra vez responder a los señalamientos, incluido que había ofrecido amnistía a la delincuencia.

Margarita Zavala como independiente  dijo al final que faltaban mujeres en la elección y defendió su personalidad e individualidad en caso de que gobierne, y junto con su homólogo Rodríguez Calderón también cuestionó directamente la falta de respuestas del morenista, que en todo momento presentó su experiencia como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México como argumento cuando los moderadores pedían propuestas de solución.

En su despedida, los candidatos de los partidos políticos buscaron dar un toque de trascendencia a su discurso ante los electores.

“Vivimos un momento estelar en nuestra historia, han habido tres grandes transformaciones: la Independencia, la Reforma y la Revolución. Nosotros estamos a punto de lograr la cuarta", aseguró Andrés Manuel López Obrador. "Lo vamos a lograr de manera pacífica, sin violencia" y afirma que seguirá ejemplo de Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas.

El final de Meade quedó así enmarcado: “Soy un mexicano honesto, preparado, capaz. Quiero hacer equipo contigo. "Seré el presidente de los mexicanos, que nunca más alguien defina el destino por nosotros…. "Creo en un México prospero, vota por una alternativa honesta. Vamos por México".

Anaya señaló en su última intervención:

“Está no es una elección más. Está en juego el futuro de toda una generación. Con respeto a los otros candidatos nuestra coalición es la única que le puede ganar a López Obrador. En este proyecto cabemos todos. Construyamos la casa común, el México en el que cabemos todos. La victoria final está asegurada”.

El encuentro tuvo momentos álgidos, como cuando Anaya cuestionó el pasado de los aliados electorales de López Obrador o como cuando al mismo Anaya sacaban a relucir su estilo de vida excesivo para sus ingresos, algo que tampoco contestó.

El INE ha programado dos debates más, en los que se espera dar a los ciudadanos elementos para tomar su decisión el próximo primero de julio.