Exigen que su profesión no se criminalice y que se mejoren las condiciones sanitarias públicas.
Médicos de instituciones públicas y del sector privado se manifestaron en el zócalo de Cuernavaca, este viernes, como parte del movimiento nacional “Yo Soy Médico 17” o “#YoSoy17”, en demanda de que no se crminalice la práctica de la medicina. Además exigieron mayor inversión en infraestructura para mejorar sus condiciones de trabajo.
En tanto que en algunas entidades los galenos decidieron hacer paros para exigir que los profesionales de la salud no sean procesados como delincuentes, en Morelos decidieron no suspender sus labores, pero expresaron sus inquietudes en una protesta.
Los médicos refirieron que el fondo de dicho movimiento –que ha tenido repercusión en más de 20 entidades del país y que se ha organizado primordialmente a través de las redes sociales– son las condiciones en las que la mayoría del gremio trabaja en instituciones públicas, la falta de legislación adecuada y la errónea impartición de justicia en casos considerados como negligencia médica.
Celebraron que haya sido puesto en libertad el pediatra de Oaxaca, pues lo habían encarcelado por homicidio doloso tras la muerte de un paciente y cuyo caso reactivó las protestas por la criminalización de los galenos en este tipo de casos.
“Ninguno de nosotros queremos matar nuestros pacientes, no buscamos hacer daño; queremos salvar vidas y, por lo tanto, no existen razones para que nos procesen como criminales homicidas. No queremos impunidad. Lo que sí exigimos es que estos casos sean abordados con peritajes practicados por expertos, que no se nos señale como asesinos”, explicaron.
Sin dar nombres por temor a represalias, los manifestantes pidieron a la población que comprenda que en toda cirugía o procedimiento médico existe cierto riesgo y que puede haber complicaciones.
Destacaron que también es fundamental que la gente sepa que la mayoría de los médicos en el país, y específicamente en Morelos, trabajan sin todos los recursos ni la infraestructura adecuados. Aseveraron que no es verdad la versión oficial de que se cuenta con medicamentos al 100 por ciento; en los hospitales no hay suficientes materiales, ni instrumental o el que existe es viejo o está descompuesto.
Además comentaron que por norma deben existir áreas de terapia intensiva en todos los hospitales y no las hay y donde existen son insuficientes. A decir de los inconformes, muchas veces se ven obligados a operar a los pacientes con lo que hay, tratando de salvar su vida, pero no cuentan con lo indispensable.
Explicaron que resulta tan sencillo darse cuenta de las carencias si se toma en cuenta que en los últimos 20 años no se han construido grandes hospitales en Morelos, y las clínicas que se han creado no crecen al mismo ritmo que la población, ni en número de camas, mucho menos en equipamiento.
Expusieron que hay profesionales altamente capacitados para realizar cirugías de subespecialidades, cuyas intervenciones incluso han sido publicadas en revistas especializadas en medicina, pero las autoridades locales no quieren comprar los equipos ni darles el mérito correspondiente.
En otros casos, hay expertos en ramas como neurocirugía nuclear, pero en el sector no tienen disposición de comprar equipos de nueva tecnología y la población siguen siendo intervenida quirúrgicamente con técnicas y aparatos de hace 40 años.
De igual forma, reclamaron porque en muchos centros de salud y clínicas no hay medicamentos básicos todo el tiempo, y las cifras oficiales sólo reflejan lo que las autoridades quieren mostrar a la población con promedios que no son reales. Y es que para una persona con diabetes o hipertensión –por ejemplo– no importa que el promedio de abasto sea supuestamente del 90 por ciento, si ese paciente necesita un medicamento y no lo obtiene en esos días en los cuales se puede deteriorar su salud o complicar su condición médica.
Por otra parte se pronunciaron por una revisión a fondo de la legislación en la materia y que los jueces acudan a los hospitales y clínicas para que vean en persona la situación que enfrentan los médicos y demás personal de salud y tomen en cuenta este factor cuando aceptan demandas o inicien proceso judiciales; de igual forma reiteraron la exigencia de que se tomen como prueba sólo peritajes de especialistas y subespecialistas expertos.
Las y los médicos advirtieron que con casos como el del pediatra José Luis de Oaxaca sólo se promueve la denominada “medicina defensiva”. En este sentido, refirieron que tal y como existe la ley y como se aplica, a los médicos les resulta menor la sanción y el costo personal y moral cuando no atienden a un paciente grave.
“Por ejemplo, si llega una persona con el intestino perforado con complicaciones, resultaría referible para el médico dejarlo sin atención, con riesgo de morir, que aplicar todos los recursos disponibles para tratar de salvarle la vida a esa persona. Porque si muere, el doctor puede ser acusado de homicidio doloso y ser tratado como criminal, agredido por familiares y su prestigio puesto en tela de juicio públicamente”, detallaron.
Finalmente dieron a conocer que en Morelos las represalias han sido graves, pues muchos médicos han sido despedidos por denunciar irregularidades y carencias en nosocomios.