Autoridades de Salud piden a la ciudadanía verificar que el líquido no tenga color, ni olor, además de que el sabor no sea diferente o extraño; en reunión intersectorial acuerdan aumentar la vigilancia sobre el ducto de Pemex.
La Secretaría de Salud del estado alertó a la población sobre la importancia de evitar el consumo de agua contaminada con hidrocarburo. Expuso que hasta la fecha no se ha identificado alguna asociación con el registro de enfermedades gastrointestinales, pero apuntó que la mezcla del vital líquido podría ocasionar algunas afecciones.
Este jueves, el titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil, informó que se reunió con autoridades de ese sector de los municipios de Cuernavaca y Huitzilac –por donde pasa el ducto de Petróleos Mexicanos– con el fin de atender la problemática de tomas clandestinas.
En el encuentro también participaron funcionarios del área de operación física de Pemex, de la zona militar y de la Policía Federal, con quienes se acordó que se reforzará la vigilancia en todo el tramo que comprende dicho conducto para prevenir las fugas, pues significan un riesgo y se identifican como causa de la contaminación de pozos de agua potable, como en el caso particular de Ocotepec.
Dijo que se ha establecido el acuerdo de coordinación y la legislación en la materia para aumentar la vigilancia del ducto de Cuernavaca y realizar reuniones periódicas con el fin de localizar el origen de la fuga que provocó la contaminación del pozo en Ocotepec, que, de manera preliminar, podría ocurrir en la zona del corredor biológico Ajusco-Chichinautzin.
El funcionario comentó que en este año ha aumentado el número de tomas clandestinas y fugas hasta cinco veces en relación con el año pasado, pues en lo que va de 2018 se han reportado alrededor de 40.
Entrevistada respecto de la contaminación del agua, la secretaria estatal de Salud dijo que a la fecha no se ha identificado algún aumento en los casos de enfermedades gastrointestinales asociados al consumo de agua mezclada con hidrocarburo, pero explicó que sería muy complicado distinguirlos, ya que las personas usualmente llegan a los centros de salud con algunos síntomas como diarrea y no se detalla por parte del paciente lo que bebió o no hay certeza de que el agua que utilizó podría tener cierta cantidad de otras sustancias.
Refirió que junto con la Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios se han fortalecido las tareas de monitoreo, pero estas acciones son programadas y generalmente se enfocan a verificar el grado de cloración del vital líquido, no para hacer otro tipo de pruebas de contenido.
Ante ello, llamó a la población a mantenerse pendiente respecto de la calidad del agua que llega a las redes domiciliarias, toda vez que tampoco es posible determinar en qué momento una toma clandestina o fuga podría impactar las redes del agua potable.
En este sentido, la funcionaria explicó que la ciudadanía debe verificar que el agua no tenga color, ni olor, además de que el sabor no sea diferente o extraño. De ser así, se recomienda que no la consuman y den aviso a las autoridades correspondientes.
Destacó que las autoridades están alertas, pero no hay alarma, pues la mayoría de la población bebe agua purificada de garrafones, pero comentó que el uso diario del fluido para bañarse, preparar alimentos y la higiene también es importante.
Mencionó que el consumo de algunas cantidades de agua con hidrocarburo (en pequeña proporción) puede ocasionar enfermedades gastrointestinales; entre los síntomas que podrían presentarse en estos casos se encuentran dolor abdominal, náuseas y diarrea. En caso de presentar dicho cuadro clínico, deberán acudir a su centro de salud más cercano.