El secretario de Gobierno Matías Quiroz Medina responsabilizó al obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro y Castro, de los brotes de violencia que puedan surgir tras la decisión de suspender los servicios religiosos.
El funcionario señaló que en febrero se lograron acuerdos entre los mayordomos y representantes de la diócesis para dar por concluido el conflicto en el Santuario de Tepalcingo. En dicho convenio –refirió- se establecieron las condiciones para el manejo de los recursos recaudados en la feria del tercer viernes de cuaresma y también se estableció el regreso de la sede parroquial al pueblo, cuando las condiciones lo permitieran.
Quiroz Medina refirió una serie de hechos ocurridos después del convenio, e incluso dijo que en su momento fue innecesario y carente de sensibilidad social el hecho de que el párroco convocara a las personas que lo apoyan a una marcha por la paz, cuyo objetivo no fue revelado, pero que después se supo era para recuperar el santuario.
Acusó al obispo Ramón Castro Castro de romper los acuerdos, por lo que lo invitó a reconsiderar la decisión de no otorgar servicios sacramentales en la comunidad y lo responsabilizó de cualquier hecho violento que pueda registrarse en la comunidad de Tepalcingo, al romper con las tradiciones de más de 80 años.
Además, hizo un llamado a la Secretaría de Gobernación para que intervenga de forma inmediata en la solución del conflicto.