Cuernavaca, Morelos.- “La Barra de Abogados del Estado de Morelos le dará seguimiento muy puntual al tema del nombramiento de los fiscales anticorrupción, en el caso de los tribunales laborales, porque a esa responsabilidad deben llegar quienes tengan probada honestidad, compromiso con la sociedad y capacidad”, señaló el presidente de la agrupación, Miguel Ángel Rosete Flores.
Manifestó que “ya conocemos que los magistrados del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, Roque González Cerezo y Manuel García Quintanar andan muy acelerados, cabildeando con los diputados locales, a fin de quedarse al frente de la fiscalía en referencia, lo cual nos parece una reverenda grosería, por decir lo menos”.
Luego explicó que “si ambos tuvieran algo de vergüenza, primero deberían reintegrar a las arcas públicas los ingresos de más de un año, porque desde que fueron nombrados no han desarrollado trabajo alguno, vienen cobrando sin hacer nada”.
Y recordó que “estamos hablando de unos 100 mil pesos al mes, es decir, a estas alturas deberían regresar algo así como un millón 400 mil pesos, que desde luego no lo van a hacer. Por el contrario, vienen por más, pero nosotros estaremos al pendiente de que eso no ocurra”.
Rosete Flores recordó que incluso detrás de ellos hay militancia y pertenencia a un partido político, lo cual ya representa una distorsión, porque de llegar atenderían intereses muy dirigidos, “y lo que requerimos es ir acabando con los actos de corrupción”.
Pidió a los legisladores locales hacer un esfuerzo a fin de seleccionar a los mejores cuadros, porque eso se los agradecería la sociedad, “ya estamos cansados de tanta decepción, de cargar con toda clase de aventureros que gustan de vivir del presupuesto público sin el mayor esfuerzo”.
E insistió en que “la Barra de Abogados levantará la voz y reclamará a quien sea si se busca continuar haciendo de las instituciones un club de Tobi”. Más adelante destacó que sí hay morelenses comprometidos con su pueblo, dispuestos a rescatar la dignidad e imagen de las instituciones y la Fiscalía Anticorrupción no es una más, tendrá que ser la instancia que comience a poner freno a los excesos y a señalar a los corruptos, que además deberán ser llamados a cuentas para responder por sus actos.