Reiteró que “así como lo estamos observando, más vale ponerse las pilas, porque ahora sí las instituciones federales al respecto no perdonarán errores ni deficiencias, de tal manera que también mediremos las capacidades del personal para responder a los requerimientos".
Es decir, aclaró, si no se cuenta con el recurso humano suficiente y capaz, habrá que irlo preparando, porque además no se nos concederán plazos largos, hay que ir aprendiendo en el camino “y como nosotros ya nos perfilamos hacia el final, pues con mayor razón hay que poner las cosas en su debido lugar”.
Félix Iñesta explicó que todas las unidades y dependencias oficiales participarán en lo que se denominará el mes de la transparencia, de ello ya se ha venido hablando con los titulares de las secretarías de despacho, porque tampoco es una responsabilidad sólo de la Contraloría, al final, de haber sanciones, afectará a toda la estructura gubernamental.
Reconoció que sí hay algunas deficiencias, que han llevado a la sanción, tanto económica como administrativa contra cientos de servidores públicos en éstos cuatro años, y eso que las normas eran menos estrictas, pero "en lo sucesivo es otro escenario y hay que desarrollar los procesos con precisión y exactitud".
El funcionario agregó que en enero además se va a juntar el trabajo, porque a finales del mismo deben ser entregadas las manifestaciones de bienes patrimoniales y de intereses "y hablamos de un universo considerable de trámites, que igualmente deberán ser revisados a fin de constatar que se ajustan a la verdad, por eso es la preocupación, pero ya se cuenta con el programa interno a desarrollar como prueba piloto".