El descubrimiento pudo ser posible gracias nueva tecnología de escaneo desarrollada por el Instituto de Geofísica de la UNAM que permitió observar información del subsuelo de la zona por medio de 96 electrodos colocados en el perímetro de la pirámide.
Sorprendentemente, los científicos descubrieron que bajo la pirámide se encuentra un cenote, es decir un cuerpo de agua, con una extensión de 25 metros por 30 metros, con una profundidad de 20 metros debajo de la pirámide. Una extensión de piedra caliza rodea la masa de agua por arriba y por debajo, dando soporte a la estructura.
A pesar de estar sobre el cenote, los investigadores descartaron que haya riesgo de que la Pirámide de Kukulcán se colapse.
El arqueólogo Guillermo De Anda, explorador de National Geographic y experto en arqueología submarina, indicó:
“Los mayas construyeron la Pirámide a sabiendas y con un componente simbólico. La noticia es un gran descubrimiento porque confirma muchas de nuestras hipótesis: que los mayas querían representar su universo con estas construcciones”, explicó.
De acuerdo con De Anda, se sabía con antelación que la pirámide se levantó de forma equidistante entre cuatro cenotes, uno al norte, otro al sur, otro al este y el cuarto al oeste. El hallado ahora sería el quinto cenote, el “axis mundi” o eje del mundo.
“El nuevo cenote sería el punto donde crecía la ceiba sagrada cuyas raíces llegaban al inframundo y sus ramas a los cuatro puntos cardinales”, indicó.
De Anda agregó que lo más transcendente será saber si hay algún túnel que conecte la pirámide con esa cámara acuática subterránea y si se encuentra en ella algún tipo de ofrenda.
El equipo empezará a trabajar ahora en una segunda fase del proyecto, también con la tecnología de electrodos, para ver la estructura interna de la pirámide, sus fases constructivas y si existen túneles o pasadizos que la conectan con el agua subterránea. | codigoespagueti