En el mensaje de Año Nuevo del presidente Enrique Peña Nieto, se tiene una “visión anodina, pequeña” e incapaz de responder a la dimensión de la crisis que enfrenta el país; el titular del Ejecutivo se muestra incapaz de responder a lo que el país necesita, sostuvo la politóloga Denise Dresser.
En la Mesa Política de este lunes, señaló que Peña elude temas fundamentales que preocupan a la sociedad, pues aunque menciona la transparencia, y el combate a la corrupción, son objetivos que el PRI nunca ha hecho suyos ni los ha impulsado, ni el Presidente ha querido incorporar a su estilo personal de gobernar.
Reconoció que “al menos está prometiendo cambiar, edificar de otra manera”, por lo que llamó a que “exijamos que lo haga verdaderamente a fondo”.
El mensaje presidencial “revela el tamaño que tiene, un hombre que no sabe responder de manera adecuada al problema que el país enfrenta”, aseveró la doctora.
Con lo que tendría que comenzar EPN este año, consideró Denise, es con un combate al conflicto de interés, por el caso de la compra de la casa blanca, así como la compra de un inmueble de Luis Videgaray, ambos a Grupo Higa, contratista del gobierno.
Un primer anuncio presidencial, propuso la politóloga, podría ser una investigación sobre la casa blanca así como la renuncia de Videgaray, secretario de Hacienda, por los contratos sin licitación que otorgó a Grupo Higa.
Sin embargo, lamentó que “no están centrando la atención en el corazón del problema” y “la clase política se sigue sirviendo a sí misma”. Por ello consideró que el actual es “el presidente peor evaluado en los últimos 20 años de la historia de este país”.
Ahora que viaja a Washington para reunirse con su homólogo Barack Obama, Denise indicó que si a la esposa del presidente de EU, Michelle Obama, le hubieran descubierto una cada de 7 millones de dólares, a nombre de un contratista del gobierno, hubiera implicado investigaciones y “probablemente el fin” del gobierno.
“¿Con qué cara van a presentarse a Washington?”, preguntó y refirió que el gobierno mexicano ni siquiera reconoce su error. Eso, además de casos como Tlatlaya y Ayotzinapa lo colocan en un “escenario de fragilidad”:
“Ojalá que Obama le dé buena sacudida, le enseñe lo que es la rendición de cuentas”, comentó Dresser.
Indicó que actualmente EPN enfrenta una crisis de credibilidad y confianza, y los casos que del año pasado -Tlatlaya, Ayotzinapa y la casa blanca-, no se cerrarán en la opinión pública, hasta que sean resueltos.
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